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LA CIUDADANÍA MULTICULTURAL

Boris Espezúa Salmón
Grupo de Estudio: Interculturalidad
Instituto Ética y Desarrollo
Puno, septiembre del 2008

¿Es posible para el país una ciudadanía multicultural que reúna en un propósito común toda la diversidad, como forjadora de Nación? Para responder a ello ensayaremos algunas respuestas.


En primer lugar, por los estudios que se ha hecho al tema de exclusión, racismo y discriminación en el Perú, existe coordenadas comunes, como la herencia colonial, como el resultado de una ciudadanía frágil y vulnerable, y como la existencia vigorosa de racismo y desigualdades sociales polarizadas, con brechas de marcadas de diferencias, que hacen difícil hablar de aquello que Fernando Fuenzalida se preguntaba ¿Si es posible que seamos Nación?. En segundo lugar es cierto que ya se puso en tapete la posibilidad de construir Nación a partir del mestizaje, que conllevó a resultados no tan felices que nos volvieron al punto de partida. Nelson Manrique en el texto La Piel y la Pluma[1]señalaba que: “La ideología del mestizaje afirmaba que a medida que avanzara la mezcla biológica y cultural se iría a una uniformización racial de la sociedad peruana, eliminándose las causas del racismo. Tal cosa no ha sucedido”, y por lo tanto subsiste la posibilidad de que a través del mestizo se pudiera encontrar una salida menos complicada a la construcción de Nación, como lo afirmaba Bonfil Batalla. En tercer lugar, hay la necesidad de plantear soluciones a la agudización del racismo, a la fragmentación social a partir de formas de cohesión social que superen las brechas de nuestras diferencias culturales. Ante ello,  se busca aprender de nuestros errores, tomar relativo ejemplo de otras realidades, puesto que lo que apremia es prestar atención a la ciudadanía en el Perú como un espacio que está por hacerse, tendiente a una ciudadanía verdadera, cabal e institucionalizada que aún no se ha dado en el país, donde el poder de pueblo que es el verdadero poder originario, logre afirmarse con todo lo que implica el ejercicio de sus derechos y de sus libertades, y además de una realización cultural, que implique posteriormente la dación de formas de interculturalidad, el equilibrio simétrico entre culturas, reconocimiento e inclusión en la vida social-cultural. Por ello es que  proponemos plantear una ciudadanía multicultural que en tiempos de globalización y de unificación cultural se puede pragmatizar. Para lo cual ensayaremos una aproximación al problema y una solución, en base a tres enmarcaciones a la propuesta:

1.- La multiculturalidad como alternativa.-  Es  conocido en nuestro país la existencia de múltiples culturas, que hacen que nuestro país tenga dificultades de una sola articulación cultural que nos dé carácter de Nación. Sin embargo, también debemos tener en cuenta la influencia de culturas extranjeras que también nos han influido y lo siguen haciendo permanentemente. La cuestión es ¿ Por qué desechar tal o cual tipo de cultura? Si es que siendo personas que tendemos a la amplitud de pensamiento y acción, deberíamos aceptar el significado y la existencia de todas las culturas, como parte de nuestro espacio de realización y desenvolvimiento, pero, sin dejar de ser adscriptivos a una cultura de donde somos y pertenecemos en términos de identidad. Por lo que por este lado, es aceptable el término que acuñó José María Arguedas de que las personas pueden vivir todas las patrias si no son embrutecidas por el  egoísmo.

2.-La multiculturalidad  como posibilidad- Vivir en multiculturalidad es que un hecho contrastable, verificable y predecible, en países como el Perú, la heterogeneidad es una característica que debería marcar el quehacer cultural, económico, social y cultural del país. De hecho ya existe múltiples culturas tanto endógenas como exógenas, por lo que en cierto modo somos influencia de dicha variedad, el problema es que no somos conscientes en términos valorativos de la existencia de dicha variedad y a nivel de nuestros esquematismos de conciencia nos cerramos con la replica de una forma de etnocentrismo, creyendo que lo que es nuestro en cultura es único e irremplazable e incompartible. Lo importante es que elevemos nuestra conciencia ciudadana, inclusiva y podamos apreciar las culturas en forma amplia y valorativa, por lo que el trabajo es de carácter educativo, aspecto que debe ser impostergable para forjar formas de construir el sentido nacional, que nos motiva esta propuesta. El objetivo, además es que esa multiculturalidad deba convertirse en interculturalidad una vez que seamos concientes del valor y la contribución de cada cultura, en nuestro desarrollo y realización.

3.- Forjamiento de ciudadanía.-  Mediante la educación igualmente es imperativo formar ciudadanos, a través del papel que tenga que hacer el Estado en materia de educación, ya que la ciudadanía se forja con la elevación del conocimiento, el cultivo de valores y asumiendo una conciencia crítica y participativa. Sin embargo ahora que se habla en el país de una ciudadanía inconclusa, refiriéndonos a compatriotas que viven excluídos del Estado, viven marginados secularmente, efectivamente no sienten el compromiso de la cosa pública, de participar y contribuir con el país. Para ello es necesario implementar acciones positivas que en forma integral incluya aspectos de consolidación de identidad, de conciencia cívica, y de participación efectiva en los fines comunes que a través de consensos y  formas de legitimidad se pueda reestructurar la dinámica de hacer política y perfilar la representatividad tendiente a un Pacto Social propiamente dicho, que caracteriza a países que han elaborado mejor su dinámica social y política. Por lo que la idea es construir ciudadanía a partir de compromisos culturales que se asuman, y reconocimientos valorativos que se materialicen.

Para avanzar en el tema de impulsar ciudadanía multicultural, es necesario indicar los obstáculos que actualmente se tiene, y que constituyen en el caso peruano muros impenetrables que hacen difícil, no quizás imposible el forjamiento de ciudadanía multicultural:

A.- El racismo como impedimento.-  El racismo en el Perú como lo señala Nelson Manrique es más emocional, que racional. Sus raíces se remontan al fuerte influjo de la colonia, ya que es conocido que es una herencia colonial que al decir de Alberto Flores Galindo es disimulada, todos la niegan pero, sin embargo es subterráneamente muy efectiva. Juan Carlos Callirgos en el texto ¿ Qué es el racismo?[2]  Señala que:  El racismo puede tomar formas muy sutiles e indirectas: puede incluso proteger la idea de que uno no tiene prejuicios y no discrimina. Especialmente en sociedades en las cuales de alguna manera – no necesariamente legal- se sanciona la discriminación, los individuos racistas tratarán de negarse a sí mismos, los sentimientos racistas y tratarán de cuidarse ante los demás, y ante sí mismos, de no demostrarlo”. Recientemente a propósito del libro de Jorge Bruce “ Nos habíamos choleado tanto”  se tiene una mirada desde el psicoanálisis para entender que estas expresiones del “Choleo” contienen un cúmulo de simbolizaciones, que traslucen frustraciones, resentimientos, y que hace asimétrico la interacción humana en el Perú, volviéndolo una relación psíquicamente infernal, nuestras relaciones sociales cotidianas, sin embargo hay un caso particular como es el “cholear afectivo”, cuando decimos “cholito”, “ zambito” no con la intención de exclusión, sino más bien de inclusión, que es la antítesis del racismo clásico. La discusión que actualmente continúa sobre el racismo es, si es una derivación de la etnia o de una clase social, pero, que es indudable su  componente ideológico de dominación y exclusión, así como permanece en el Perú, ¿Será posible que se pudiera superar el racismo como fenómeno cultural, para hacer viable un sentido de Nación? Más allá de una respuesta clara al respecto, lo que se tiene es la desazón de que es un obstáculo para desarrollar en sociedad y forjar una ciudadanía con rostro propio.

B.-La ausencia de un Proyecto Nacional.- El escenario nacional que desde el Estado tenemos en el Perú, es que vamos al garete, es decir que siendo nuestra realidad diversa, multicultural, y heterogénea, no existe un Proyecto Nacional que se haya planteado desde abajo, desde el inicio de La República hasta nuestros días, que directamente tenga que ver con construir una Nación propiamente dicha, desde la diversidad, que se avance éste propósito desde la sociedad heterogénea para que tengamos perspectivas nuevas, metas claras que cumplir en términos de inclusión, de integración, de  Desarrollo Humano, y de encontrar formas de cohesión y unificación nacional, evitando que siga abriéndose brechas de desigualdad y de polarización. Jorge Basadre nos advertía lo riesgoso y desventajoso para el desarrollo del Perú, que era no tener una Proyecto Nacional, cuya promesa de vida se encontraba transversalmente herida y frustrada hasta en la idiosincrasia de los peruanos.

C.-El espacio público como evasión.- Desde hace algunas décadas la sociedad ha sido absorbida por tendencias más egoístas o individualistas, y menos colectivistas, en términos de práctica y de valoración, debido seguramente a la fuerte influencia del neoliberalismo, del empuje de una economía que se dinamizaba más en quienes dentro del capitalismo se movilizan como peces en el agua, abriendo mercados en forma independiente, y por tendencias privatistas donde el Estado y La Sociedad Civil como institución ha estado ausente. Los asuntos públicos o el interés común que es la razón de ser de toda ciudadanía, ha interesado menos a las personas en términos de su ser social, por lo que la ciudadanía no se ha dinamizado, no se ha institucionalizado, haciendo que nuestra Sociedad Civil sea endeble,  vulnerable y poco afirmativa en términos de pueblo o colectividad, por lo que se ha tratado de evadir más bien el compromiso público, y elegir el espacio privado en nuestro rol de personas, agregando a ello el problema de la fragmentación social que hace más difícil el problema.

Por todo ello, se pretende, reflexionar en torno a lo que somos, buscar en la complejidad una  luz, que nos permita afirmar lo peruano, el sentido de Nación, teniendo en cuenta que la ciudadanía multicultural por otro lado tiene realidades mayores, por ejemplo la ciudadanía europea, forjada en la idea de la extraterritorialidad y la creación de un Estado Supranacional, donde por lo menos en el papel, o en el plano formal- legal se pretende respetar las identidades, pero, se flexibilizan los lazos abiertos de forjar una identidad mayor que es la europea. Ello es un ejemplo de multiculturalidad, que se dan en realidades distintas, donde a diferencia del Perú, no existe tan adentrado el racismo y la exclusión social, sin embargo indudablemente se evidencia que tiende a la unificación y cohesión social que son avances en sociedades  divididas como la nuestra, y que enlazan prácticas democráticas que al mismo tiempo como señalaba Touraine implica el compartir valores, principios, derechos y libertades, y que con una educación que priorice este aspecto de construcción de una ciudadanía que escapando del canon cultural, integre los confines y las marginaciones, se pueda construir una ciudadanía intercultural, cohesionante, afirmativa, y contributiva al desarrollo del país.

NOTAS:

[1] Manrique Nelson. “ La piel y la Pluma” Introducción a “ Es el racismo el que genera las razas” Pg.27 Revista Ideele n. 52 Lima. SUR. Junio de 1993.

[2] Callirgos Juan Carlos. ¿Qué es el racismo? De: El Racismo: La cuestión del otro ( y de uno) Pg. 144. DESCO. Lima. 1993.

3 comentarios

  1. De: Mario Enrique
    Fecha: Nov 02, 2008

    Lo curioso es que mestizo es una condición de todo ser humano, históricamente estricto, todas y todas somos mezclas de pueblos y genes anterioes, más aún por pura evolución dentro de muchos miles de años nuestros descendientes ni humanos a nuestra manera serán.

  2. De: pepelucho
    Fecha: Dic 03, 2008

    Mire señor Mario Enrique, mestizo se le denomina a quien se le note la mezcla, sino, no lo es, por mas mezclado que este. Y en el Peru la mezcla ha sido poca, por la escasa inmigracion europea, asiatica y africana comparada con la inmensa mayoria indigena. Y cuando ese mestizaje se ha dado, no fue por voluntariamente integrarse, sino producto de la violencia y la imposicion. Es eso lo que quiere negar la ideologia del mestizaje pretendiendo dibujar un mestizaje total homogeneo y feliz que jamas existio.

  3. De: katherine
    Fecha: Ene 25, 2010

    sabemos por historia mejor dicho la historia que nos enseñan escasament en el colegio que e español fue alguien malo ….. pero señores la conquista supone un enfrentamiento entre diferentes culturas y maneras de pensar habalr de mestizaje no es solo hablar de indio o del españo es la mezcla esa convivencia en la que estan ambos.
    todo es mestizo en el peru no solo las personas sino tambien su manera de vivir o las costumbres que siguen.
    entonces selor pepelucho no se puede decir que todo fue una imposicion porque aunque usted no lo pueda creer el peru es esa sintesis viviente del indio y del español
    y como le decia una conquista supone una lucha.

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