Biblioteca de la Casa del Corregidor. Puno, Perú
Código de registro: 005398
Ficha:
PINO JORDÁN, Adela. Tradición textil aymara y modelo pedagógico andino. Marzo. 2025. Pp. 129-132
http://www.casadelcorregidor.pe/colaboraciones/_biblio_Adepijor.php

Adela Pino

REFLEXIONES Y COMENTARIOS FINALES

Reflexiones

El tema central del presente estudio se orientó a la búsqueda de un modelo pedagógico andino, por lo cual se eligió como objeto de análisis el campo de desarrollo de la tecnología textil, que junto con la agricultura fueron actividades permanentes y sostenibles desde los orígenes de la época arcaica. La mayor dificultad surgió al pretender relacionar la concepción pedagógica de base científica, originariamente europea y utilizada oficialmente en la educación peruana, con el proceso seguido en una educación natural propia de los aymaras de Puno, invisibilizado por la oficialidad educativa estatal.

Estas son dos concepciones —la andina ignorada y la oficial normalizada— que necesitaban de un estudio comparativo paradigmático para determinar analógicamente las diferencias. Para ello se utilizó el enfoque intercultural que, en síntesis, propone un trato dialógico y equivalente entre dos culturas —en este caso, la occidental y la andina—, necesario para establecer el modelo pedagógico natural andino y permitir la visualización de las diferencias en los procesos cognitivos, sociales, tecnológicos, etc.

La pedagogía, ciencia encargada de orientar los procesos de enseñanza-aprendizaje, posee una estructura de cuatro componentes: teóricos, psicológicos, didácticos y evaluativos, que fueron los aspectos utilizados en la ejecución práctica del trabajo dialógico, aplicado también durante las entrevistas a los campesinos puneños con una terminología adaptada al lenguaje aymara.

Los resultados obtenidos en torno a la enseñanza-aprendizaje integral de la tecnología textil permitieron distinguir un sistema natural de formación andina guiado por principios y valores Pacha, que responden a una organización social comunitaria respetuosa de acuerdos. En la vida laboral del trabajo textil, lograron procesos avanzados que aún forman parte de la cultura viva mediante una política directriz del «saber hacer bien».

El estudio derivó en la propuesta de un «modelo educativo textil natural y tradicional» que aún practica la población campesina aymara de Puno, con un estilo propio, circunscrito a las características de su realidad circundante y adecuado a sus diversas necesidades culturales, produciendo indumentarias rituales, festivas, sociales, familiares, domésticas y accesorias, explicadas en la Parte I de este trabajo.

Considero que para avanzar en el conocimiento de los procesos formativos tradicionales se puede recurrir a las teorías psicológica de Piaget y neurológica de Vygotsky, que según Mota y Villalobos (2007), manifiestan que:

Una premisa básica de la teoría vygotskyana es la de que toda forma de actividad mental humana de orden superior es derivada de contextos sociales y culturales y que la misma es compartida por los miembros de ese contexto debido a que estos procesos mentales son ajustables. Los mismos conducen al conocimiento y a las destrezas esenciales para lograr el éxito dentro de una cultura particular (p. 412).

Queda pendiente un conocimiento más profundo del pensamiento y ser andino mediante la aproximación a su sentido de vida, a sus formas de relacionarse con su realidad (episteme); es decir, a su ciencia, la que ha perdurado hasta nuestros días y cuyas observaciones son indispensables.

La escuela oficial imparte una formación lineal y única. Los docentes estatales no distinguen aún que somos un país plural. Así, inculcan a los niños «evitar el trabajo infantil» al considerarlo explotación laboral y tienen una mirada todavía limitada en cuanto a la realidad educativa de las culturas campesinas dedicadas a la formación laboral desde la infancia. Esta contradicción deja entrever que el Ministerio de Educación no ha incorporado criterios para una educación integral pluricultural. Es importante, por eso, diseñar estrategias interculturales en el sistema educativo del país y proponer una educación enriquecedora, integradora e inclusiva.

Comentarios

Del análisis de las fuentes consultadas y de los resultados de nuestro trabajo de campo se concluye que:

  • La cultura andina posee una tradición histórica milenaria que ha dado lugar a la formación de un tipo de pensamiento «mitos», diferente a los orígenes de la cultura occidental de pensamiento «logos», divergencias que tipifican dos ópticas o caminos opuestos en la construcción del conocimiento. Esto conllevó a superar la disyuntiva, utilizando el enfoque de la interculturalidad.

  • La cultura andina posee un modelo pedagógico congruente con principios cosmogónicos fundamentados en Pacha (Universo o Todo)(Bertonio, 1984 [1612], p. 399). La cultura andina, al ser consustancial al pensamiento «mitos», ha desembocado en la práctica del «saber hacer», en este caso, de la tecnología textil aymara. Así, en los tejidos de este pueblo se pueden descubrir principios, valores, cualidades y calidades técnico-artísticas acordes con las características de su cultura.

  • Los aymaras son una sociedad organizada comunitariamente, nucleada en torno a la familia y a una práctica de hermandad colectiva de convivencia armónica con la naturaleza y la sociedad. La vida comunitaria se desarrolla bajo principios y valores éticos; por ejemplo, de reciprocidad y complementariedad La lengua aymara es el medio esencial de comunicación y transmisión de saberes, y va acompañada de gestos y por la experiencia del habla.

  • Se identificó que la práctica productiva comunitaria fue y es muy organizada. Además, denota sabiduría colectiva en el tratamiento de la fibra, los hilos —desde los más finos, destinados a las mantas, hasta los más gruesos, para las frazadas—, las torsiones y el teñido.

  • La actividad del teñido, muy compleja durante el proceso destinado a la producción de los tintes, requiere de habilidades motoras y perceptivas al realizar la selección de plantas para la obtención de distintos colores y de toda la variedad de matices y tonalidades, durante y por acción del hervido y los mordientes. Como puede verse, son labores especializadas que requieren de una prolongada preparación motora, mental y sensible. Esta etapa, que Arnold y otros autores denominan «cadena de producción», es de vital importancia.

  • El estudio de los textiles ha permitido conocer la existencia de técnicas y procesos de elaboración, así como el uso de implementos adaptables a la naturaleza y el tipo de confección que los aymarasdenominan «tejido plano».Un primer paso del proceso de elaboración consiste en preparar el urdido o la disposición de hilos en yuxtaposición, en alternancia con listas de colores (matices) que dan lugar a los efectos artísticos y a la ubicación de formas simbólicas (saltas). La totalidad de textiles se clasifican en dos grandes series, una conocida como «mantas» y la otra como «vestimenta», ambas con funciones diversas.

  • Todo este cúmulo de saberes se debe a la existencia de una sistematización de enseñanza-aprendizaje de varios años, un trabajo planificado y una didáctica con óptimos resultados, verificables en tres etapas muy definidas. Primero, la niñez, cuya formación corre a cargo de la familia; luego, la juventud, en la que el joven aprende las técnicas textiles de un maestro de la comunidad, elegido a voluntad del aprendiz, con quien aprenderá hasta demostrar suficiencia para ejercer como confeccionista. Por último, la adultez, pues, dado que la enseñanza no es un sistema cerrado, cualquier persona adulta puede acceder a aprender. Para esto, debe buscar un maestro destacado que, al aceptar, lo hace con la frase ritual: «te doy mi mano», acción principista que dota al aprendiz del acceso a los conocimientos adquiridos tradicionalmente y aceptados como el saber de la colectividad.

  • La verificación de una sistematicidad del aprendizaje de los textiles sigue un proceso equiparable a un «plan curricular laboral» de una carrera técnica y tiene una duración aproximada de diez a doce años. Este «plan», sin ser rígido, es permeable a un aprendizaje de carácter permanente que usa una metodología que orienta/conduce el desarrollo gradual de tipo vivencial de la infancia y la adolescencia por medio del aprendizaje del textil.
El modelo pedagógico andino (holístico) tiene como rasgo principal su condición de educción natural, abierta y colectiva para «saber hacer». Es de naturaleza principista (Pacha/Universo) y de carácter sagrado, ético y comunitario. Además, impartirlo es responsabilidad de la familia y la comunidad. Los docentes, parafraseando a Comenio, son la familia y los expertos de la comunidad (ayllu).