Cecilia Chávez Justo

El Proyecto Taraco viene trabajando en la zona desde el 2004 bajo el auspicio del Cotsen Institute of Archaeology de UCLA y el Programa Collasuyo de Puno. Diversos investigadores nacionales y extranjeros continuan sus investigaciones en Pucará, Taraco, Tiquillaca, Ilave en la región Puno.

Para las investigaciones en los sitios de Taraco y Tikonata, el equipo estuvo dirigido por:
1) Lic. Cecilia Chávez Justo (RNA:BC-0627/COARPE:040535)
2) Dr. Charles Stanish (RNA: BS-8802)

Además, estuvo integrado por un equipo multidisciplinario de profesionales, así como técnicos capacitados por el Programa Collasuyo y personal para campo designado por los dueños de los sitios trabajados; esto, con el objetivo de promover y crear conciencia respecto a la importancia de la salvaguarda del patrimonio nacional y ayudar en el reforzamiento de la identidad de los pueblos.


Este portal, agradece de manera especial a Cecilia Chávez Justo, quien ha hecho posible presentarles los resultados de las investigaciones.

Es de vital importancia para la Región, ir desentrañando su valioso pasado.
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3
 
Tikonata


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Biblioteca de la Casa del Corregidor. Puno, Perú
Código de registro: 0023245, 0023246, 0023247
Ficha:
CHÁVEZ J., Cecilia; STANISH, Charles. Excavaciones arqueológicas en Puno: Sitios Taraco y Tikonata.
http://www.casadelcorregidor.pe/colaboraciones/_biblio_chavez.php

EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN PUNO:
SITIOS TARACO Y TIKONATA



Julio, 2010

I. SITIO TARACO

El Proyecto de Excavaciones Arqueológicas en el sitio de Taraco-Puno, es una investigación a largo plazo, realizada en diferentes etapas [temporadas] complementarias. Surge como resultado de una primera etapa de prospecciones sistemáticas en el ámbito regional (Stanish y De la Vega 1999; Stanish et al 1999; Plourde y De la Vega 2001, Stanish y Umire 2004) que sirvió de antecedente para seleccionar y delimitar el Complejo Taraco.

La segunda y tercera etapa del proyecto (septiembre 2004 y junio 2006), se concentraron en los sectores A y H del sitio de Taraco (Fig. 1), donde se realizaron excavaciones exploratorias con el fin de muestrear uno de los repositorios más grandes e importantes del Formativo Medio en la ribera norte del Titicaca y obtener evidencia sobre la conformación y naturaleza del sitio. La cuarta etapa, es decir, la temporada 2007, correspondió la fase de excavaciones exploratorias en el sector A con el fin de ampliar el área para lograr un mejor entendimiento del mismo. A la vez, se iniciaron los trabajos en el sector I del sitio con la finalidad de comparar este sector con los ya excavados y así ampliar el conocimiento de todo lo que significa el complejo Taraco.

Ubicación

Los resultados permitieron no solo recuperar los materiales culturales sino continuar con el avance de las investigaciones respondiendo algunas interrogantes planteadas en la hipótesis general de trabajo: “durante el Formativo Medio el sitio de Taraco constituyó un centro regional primario que albergó a una elite local emergente la cual tuvo a su cargo la organización de la producción y el intercambio” a la vez que nos permite plantear nuevos objetivos e interrogantes para las futuras etapas del proyecto.

PROYECTO DE EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA

El sitio arqueológico

TaracoEl área del proyecto se ubica en la sierra sur del Perú, sobre la margen noroeste del Lago Titicaca, correspondiente a la región Circum-lacustre de los Andes Centro Sur (Lumbreras 1981). Políticamente se ubica en la Región Puno, provincia de Huancané y distrito de Taraco (Fig. 2).

Taraco se halla a unos 70 Km. al noroeste de la ciudad de Puno. Tomando como referencia la plaza principal de la ciudad, su ubicación geográfica corresponde a las coordenadas UTM 8308850 N y 395160 E y una altitud promedio de 3818 m.s.n.m. La accesibilidad es a través de la carretera asfaltada Juliaca-Huancané, en el kilómetro 30 de la mencionada vía.

El sitio se ubica en el curso medio del río Ramis, sobre una amplia planicie con abundantes recursos hídricos (lagunas, riachuelos, bofedales) pastizales y una extensa superficie cultivable tanto por secano como por sistemas de waru warus y cochas). Esta ubicación además de ofrecer una diversa gama de recursos locales, constituye ruta obligada tanto hacia la margen oriental del Lago Titicaca como hacia los valles amazónicos y la cordillera oriental rica en recursos minerales; cabe recordar que Taraco constituía uno de los principales pueblos en el tramo oriental del Capac Ñan hacia el Omasuyo. Tanto por su complejidad como por las características de asentamiento que presenta, Taraco constituye uno de los asentamientos formativos más grandes e importantes del altiplano.

Específicamente el sitio de Taraco corresponde a un gran asentamiento complejo, formado por un conjunto de montículos asociados a cochas, canales, waru warus, monolitos, plazas hundidas y una amplia red de caminos. Los resultados de la prospección de Stanish y Umire (2004) muestran que el sitio de Taraco cubre una extensa superficie de aproximadamente 5 kilómetros de diámetro, en el cual se han identificado 16 núcleos de concentración de materiales en superficie1 a los cuales los identificamos como Sectores (con letras de la A a la Q). El sector A, es el mayor de todos y corresponde al actual emplazamiento del pueblo de Taraco, los otros quince Sectores se hallan formando un anillo alrededor del mismo. Estos Sectores periféricos, corresponden a montículos con restos de ocupación doméstica y/o pública y se hallan a un promedio de 2.5 Km. del Sector A, pero es de notar que absolutamente todos están integrados y articulados, con este Sector, a través de una compleja red de caminos que de manera radial confluyen en el pueblo. Cabe mencionar que la distancia entre los diferentes sectores corresponde a una jornada de camino menor a medio día.

Tanto por su complejidad como por las características de asentamiento que presenta, Taraco constituye uno de los asentamientos formativos más grandes e importantes del altiplano.

1. Planteamiento del problema

Dentro de la historia pre-hispánica de la región circum-lacustre, el período Formativo Medio (1300 - 500 a.C.) representa el momento en el cual se forman las primeras sociedades jerarquizadas o de rango (Stanish 2001, 2003). Los estilos cerámicos representativos del Formativo Medio son Qaluyo y Cusipata al norte de la cuenca, Chiripa al sur y Sillumocco Temprano en la ribera suroccidental.

Durante este periodo se han documentado excepcionales proyectos laborales corporativos cuya inversión de tiempo y recursos está muy por encima del aporte de una unidad doméstica individual. Esto es visible principalmente en el registro de grandes obras de carácter arquitectónico como los centros ceremoniales tipo plazas hundidas y extensivos sistemas productivos (waru warus, cochas, caminos, etc). Claros ejemplos de este tipo de asentamientos son los sitios de Canchacancha-Asiruni en Azángaro, Qaluyo en Pucara, Huajje en Puno, Ckackachipata en Ilave, Palermo y Tumatumani en Juli, Imicate en Yunguyo, Titinhuayani en la Isla del Sol y Chiripa en Bolivia.

Es significativo también que los asentamientos se hallen jerarquizados en por lo menos dos niveles como son los centros regionales y las aldeas (Stanish 2003). Los centros regionales probablemente fueron la residencia de grupos de elite. Estos sitios se distinguen por la presencia de arquitectura corporativa, de gran tamaño y la concentración de una producción artesanal especializada reflejada en la cerámica y la litoescultura principalmente. Por su parte las aldeas estaban conformadas íntegramente por estructuras domésticas simples. Tanto los centros regionales como las aldeas habrían estado integradas físicamente por caminos que las interconectaban pero también su integración se daba en términos de participación mancomunada en diversas ceremonias de orden ritual y festivo.

Como parte de todo este proceso se desarrolló una fuerte integración ideológica compartida por diversas entidades políticas pequeñas representadas por sus elites locales emergentes. Esta ideología compartida ha sido denominada “Tradición Yaya-mama” por Sergio Chávez y Karen Mohr (1975) la cual incluye el uso de plazas hundidas, monolitos bifrontales y trompetas de cerámica.

Todos estos aspectos de arquitectura corporativa como parte de espacios públicos destinados a celebración de rituales colectivos, elementos de prestigio, desarrollo de una ideología unificadora, patrón de asentamiento jerarquizado y producción especializada, son entendidos como elementos diagnósticos de sociedades de rango tipo Jefaturas o Señoríos, los cuales constituirían el antecedente inmediato a entidades sociopolíticas más complejas que para el caso del altiplano estaría representadas por Pukara al norte y Tiwanaku al sur de la cuenca.

La investigación en el sitio de Taraco está orientada a contrastar esta hipótesis tanto en términos generales del modelo propuesto como en aspectos particulares de variables específicas tales como tipologías y secuencias de cerámica, litoescultura e instrumentos líticos; evaluación de contextos arquitectónicos domésticos y públicos, identificación de elementos de prestigio identificando patrones de producción, distribución y consumo, análisis de patrones de asentamiento y otros.

Sin embargo, como la dimensión total del proyecto es muy amplia se ha considerado realizarlo por una serie de etapas complementarias.

2. Antecedentes

Este sitio es reconocido como uno de los más representativos del Formativo Medio en el altiplano (1300 – 500 a.C.) corresponde al tiempo en el cual se desarrollan entidades como Qaluyo y Chiripa, al norte y sur del lago respectivamente, las cuales son los antecedentes inmediatos a sociedades complejas como Pukara y Tiwanaku.

Tanto Qaluyo como Chiripa2, han sido definidas como Sociedades Jerarquizadas o de Rango, es decir corresponden a entidades cuya organización social, política, económica y religiosa se ordena a partir de un poder central, representado por un Jefe quien ejerce su poder y dominio sustentado en un sistema redistributivo.

Como elementos característicos y definitorios de este tipo de sociedad se han registrado:
a) un patrón de asentamiento jerarquizado en centros regionales primarios, villas y aldeas,
b) sitios con espacios públicos y domésticos diferenciados,
c) espacios públicos asociados con arquitectura corporativa de tipo ceremonial como son plazas hundidas sobre montículos aterrazados,
d) producción artesanal especializada en la manufactura de cerámica, litoescultura y seguramente también textilería y metalurgia,
e) complejos sistemas de agricultura intensiva como andenes, waru warus y cochas,
f) integración y posible control de rutas de tráfico e intercambio regional e interregional a través de las cuales circulaban materias primas y productos considerados como bienes de prestigio, y
g) desarrollo de una ideología religiosa integradora conocida como Yaya-Mama.

Diversos investigadores hacen referencia a Taraco especialmente asociándolo a su escultura lítica, entre ellos Rowe (1942), Kidder (1943), Tschopik (1946), Neira (1962), Lumbreras (1968), Chávez y Chávez (1975), Mujica (1978), mas no se documentan investigaciones realizadas en el sitio mismo o alrededores hasta el año 2000 (Stanish y Umire 2004) cuando realizan una prospección sistemática que registró un amplio conjunto de asentamientos de este periodo en el sector norte del lago, siendo Taraco uno de los sitios más importantes.

El 2004 y 2006 el Proyecto Taraco realiza excavaciones arqueológicas en dos sectores del sitio, en el Sector A, se documenta una intensiva ocupación del sitio, registrada en 14 niveles de deposición. Registrándose tres eventos de suma importancia. Una primera ocupación asociada a cerámica Qaluyo, con arquitectura doméstica y contextos funerarios. Una segunda ocupación también Qaluyo que se sobrepone a la anterior y al parecer sufrió un episodio de quemado que podría estar asociado a la presencia Pukara en la zona. Y un tercer evento que es la ocupación post-Formativa asociada a cerámica Huaña. Por su parte las excavaciones del sector H, permitieron identificar y delimitar parcialmente la superficie de una rampa de adobe que comunica hacia la cima del montículo, una plataforma adyacente a la rampa, un recinto y muros de contención para evitar la erosión. Además de, recintos y muros de contención al exterior de la rampa. Un conjunto de rellenos dispuestos de manera sucesiva, cubren no solo la rampa sino todo el sitio como parte de una típica tradición andina de enterramiento de estructura ceremoniales, con el fin de neutralizar su funcionamiento pero sin afectar su conservación.

Los informes de las temporadas 2006 y 2007, contienen los resultados que aportarán valiosa información sobre uno de los periodos de mayor trascendencia en la historia del altiplano y uno de los sitios más importantes del norte de la cuenca.

PROYECTO TARACO

Taraco, es reconocido como uno de los más representativos del Formativo Medio en el altiplano (1300 – 500 a.C.) corresponde al tiempo en el cual se desarrollan entidades como Qaluyo y Chiripa, al norte y sur del lago respectivamente, las cuales son los antecedentes inmediatos a sociedades complejas como Pukara y Tiwanaku.

Los estilos cerámicos representativos del Formativo Medio son Qaluyo y Cusipata al norte de la cuenca, Chiripa al sur y Sillumocco Temprano en la ribera suroccidental.

Durante este periodo se han documentado excepcionales proyectos laborales corporativos cuya inversión de tiempo y recursos está muy por encima del aporte de una unidad doméstica individual. Esto es visible principalmente en el registro de grandes obras de carácter arquitectónico como los centros ceremoniales tipo plazas hundidas y extensivos sistemas productivos (waru warus, cochas, caminos, etc). Claros ejemplos de este tipo de asentamientos son los sitios de Canchacancha-Asiruni en Azángaro, Qaluyo en Pucara, Huajje en Puno, Ckackachipata en Ilave, Palermo y Tumatumani en Juli, Imicate en Yunguyo, Titinhuayani en la Isla del Sol y Chiripa en Bolivia (Ver Fig. 2)

Es significativo también que los asentamientos se hallen jerarquizados en por lo menos dos niveles como son los centros regionales y las aldeas (Stanish 2003) . Los centros regionales probablemente fueron la residencia de grupos de elite. Estos sitios se distinguen por la presencia de arquitectura corporativa, de gran tamaño y la concentración de una producción artesanal especializada reflejada en la cerámica y la litoescultura principalmente. Por su parte las aldeas estaban conformadas íntegramente por estructuras domésticas simples. Tanto los centros regionales como las aldeas habrían estado integradas físicamente por caminos que las interconectaban pero también su integración se daba en términos de participación mancomunada en diversas ceremonias de orden ritual y festivo.

Como parte de todo este proceso se desarrolló una fuerte integración ideológica compartida por diversas entidades políticas pequeñas representadas por sus elites locales emergentes. Esta ideología compartida ha sido denominada “Tradición Yaya-mama” por Sergio Chávez y Karen Mohr (1975) la cual incluye el uso de plazas hundidas, monolitos bifrontales y trompetas de cerámica.

Todos estos aspectos de arquitectura corporativa como parte de espacios públicos destinados a celebración de rituales colectivos, elementos de prestigio, desarrollo de una ideología unificadora, patrón de asentamiento jerarquizado y producción especializada, son entendidos como elementos diagnósticos de sociedades de rango tipo Jefaturas o Señoríos, los cuales constituirían el antecedente inmediato a entidades sociopolíticas más complejas que para el caso del altiplano estaría representadas por Pukara al norte y Tiwanaku al sur de la cuenca.

La investigación en el sitio de Taraco está orientada a contrastar estas hipótesis tanto en términos generales del modelo propuesto como en aspectos particulares de variables específicas tales como tipologías y secuencias de cerámica, litoescultura e instrumentos líticos; evaluación de contextos arquitectónicos domésticos y públicos, identificación de elementos de prestigio identificando patrones de producción, distribución y consumo, análisis de patrones de asentamiento y otros.

La hipótesis general de trabajo propone que “durante el Formativo Medio el sitio de Taraco constituyó un centro regional primario que albergó a una elite local emergente la cual tuvo a su cargo la organización de la producción y el intercambio” a la vez que nos permite plantearnos nuevos objetivos e interrogantes para las futuras etapas de nuestro proyecto.

El Proyecto de Excavaciones Arqueológicas en el sitio de Taraco-Puno, es una investigación a largo plazo realizada en diferentes etapas [temporadas] complementarias que surge como resultado de una PRIMERA ETAPA de prospecciones sistemáticas en el ámbito regional, que sirvió de antecedente para seleccionar y delimitar el Complejo Taraco.

COMPLEJO TARACO

Se ubica en la sierra sur del Perú, sobre la margen noroeste del Lago Titicaca, correspondiente a la región Circum-lacustre de los Andes Centro Sur (Lumbreras 1981). Políticamente se ubica en el departamento de Puno, provincia de Huancané y distrito de Taraco.

Específicamente el sitio de Taraco corresponde a un gran asentamiento complejo, formado por un conjunto de montículos asociados a cochas, canales, waru warus, monolitos, plazas hundidas y una amplia red de caminos.

Los resultados de la prospección de Stanish y Umire (2004) muestran que el sitio de Taraco cubre una extensa superficie de aproximadamente 5 kilómetros de diámetro, en el cual se han identificado 16 núcleos de concentración de materiales en superficie a los cuales los identificamos como Sectores (con letras de la A a la Q).

El sector A, es el mayor de todos y corresponde al actual emplazamiento del pueblo de Taraco, los otros quince Sectores se hallan formando un anillo alrededor del mismo. Estos Sectores periféricos, corresponden a montículos con restos de ocupación doméstica y/o pública y se hallan a un promedio de 2.5 Km. del Sector A, pero es de notar que absolutamente todos están integrados y articulados, con este Sector, a través de una compleja red de caminos que de manera radial confluyen en el pueblo de Taraco. Cabe mencionar que la distancia entre los diferentes sectores corresponde a una jornada de camino menor a medio día.

Los sitios Anta Moq’o y Huayra Moq’o forman parte de los quince sectores periféricos que rodean Taraco, articulados a este por caminos que confluyen al pueblo mismo a un tiempo aproximado de 20 minutos de caminata, están separados por una pampa y el río Ramis, pero ambos pueden verse a la distancia sin dificultad.

SECTOR A
Se ubica al norte del pueblo de Taraco en un área que fue cortada por el río exponiendo un amplio perfil de más de 15.00m de largo y con una potencia mayor a los 4.00mse documenta una intensiva ocupación del sitio, registrada en 14 niveles de deposición. Registrándose tres eventos de suma importancia. Una primera ocupación asociada a cerámica Qaluyo, con arquitectura doméstica y contextos funerarios. Una segunda ocupación también Qaluyo que se sobrepone a la anterior y al parecer sufrió un episodio de quemado que podría estar asociado a la presencia Pukara en la zona. Y un tercer evento que es la ocupación post-Formativa asociada a cerámica Huaña.

SECTOR H
Se ubica al noreste del pueblo de Taraco en las coordenadas UTM: N 8309362; E 396991, a una altitud (GPS) de 3858 msnm. Corresponde a un montículo de unos 5.00 m de alto y cubre una superficie de aproximadamente 0.36 has. Anta Moq’o corresponde a uno de los 15 núcleos de concentración de materiales que rodea al sitio de Taraco, es un montículo sin arquitectura superficial con clara evidencia de ocupación formativa por la presencia de cerámica Qaluyo y/o Pukara en superficie.

Las excavaciones del sector H, permitieron identificar y delimitar parcialmente la superficie de una rampa de adobe que comunica hacia la cima del montículo, una plataforma adyacente a la rampa, un recinto y muros de contención para evitar la erosión. Además de, recintos y muros de contención al exterior de la rampa. Un conjunto de rellenos dispuestos de manera sucesiva, cubren no solo la rampa sino todo el sitio como parte de una típica tradición andina de enterramiento de estructura ceremoniales, con el fin de neutralizar su funcionamiento pero sin afectar su conservación.

SECTOR I
La excavación en este sector, muestra características similares al sector A en sus niveles de deposición, a excepción de las ocupaciones tardías [Colonial, Inka y Collao] y el evento de quemado Formativo, presenta ocupaciones culturales Formativas y post-Formativas, que refuerzan la hipótesis de que el sector A era el sitio principal, rodeado de sitio secundarios con diversas jerarquías de elite emergente que funcionaban al mismo tiempo.

Las ocupaciones formativas, se asocian también al Formativo Temprano, Medio y Tardío, pero es interesante notar que un análisis preliminar del componente cerámico nos muestra una clara filiación en un primer y segundo momentos a Qaluyo; un tercer momento de transición Qaluyo/Pucara y finalmente una presencia Pucara definida

Es importante destacar la presencia de Huaña, que tiene una ocupación de probable carácter doméstico y se asocia a arquitectura de barro amarillo, cuyo sitio ceremonial eventualmente estuvo ubicado en sector H que posee una rampa de barro sometida a enterramiento ceremonial.


1. Para la definición de estos sectores sólo se han considerado sitios con clara evidencia de ocupación formativa tomando como indicadores la presencia de cerámica Qaluyo y/o Pukara, arquitectura ceremonial de patios hundidos y monolitos.

2. Junto a ellas se considera también a Sillumocco Temprano de la ribera suroccidental del Titicaca.




II. SITIO TIKONATA

El lago Titicaca a unos 3,810 m.s.n.m. promedio, constituye un centro único de las antiguas civilizaciones andinas. La región que fuera ocupada por primera vez hacia los 8,000 a.C. vió el crecimiento, desarrollo y expansión de numerosas aldeas, jefaturas y sociedades complejas. A lo largo del tiempo, los pueblos fueron también atraídos por las muchas islas del lago.

Estas islas que se distribuyen en toda su extensión y que pueden clasificarse en Mayores que presentan ocupaciones hasta la actualidad, con una superficie promedio de 8 km2 (a excepción de Isla del Sol que supera los 40 km2), y Menores con una superficie promedio menor a 1 km2, que generalmente pertenecen a una comunidad ribereña y son utilizadas para sembríos estacionales y pastoreo.

Las Islas Mayores han sido estudiadas con mayor intensidad que las Menores. De tales estudios se han revelado largas secuencias ocupacionales que van desde el periodo Formativo hasta la época Inca; también se sabe, que todas -inclusive las islas o islotes pequeños y deshabitados en cuyos espacios abiertos se hacían rituales concretos que estuvieron asociados a diversos cultos propiciatorios de la producción (Palao B. 2001).

En todo caso las investigaciones señalan que esta función ritual probablemente se inició en el periodo Formativo con la creación de una serie de sitios ceremoniales en las islas y que en épocas Tiwanaku que debieron formar parte de un circuito de peregrinación que se centró en el lago y que correspondería al conocido concepto dual de "uma" y "urqu" (Bouysse-Cassagne1986), que en tiempos incaicos fuera ampliado y centrado en la Isla del Sol como una manera de imponer una doctrina religiosa que dominara ideológicamente los pueblos del Titicaca.

Dentro de esta perspectiva, este proyecto enfocó su interés en la función que cumplió Tikonata, como Isla Menor, ya que en esta isla no se han hecho investigaciones arqueológicas puesto que solo ha sido estudiada dentro de las perspectivas del turismo para generar actividades de desarrollo sostenible de la comunidad ribereña de Ccotos; por lo cual sus cronologías referenciales, ocupaciones, función y uso quedan aún por precisar.

La isla Tikonata

La isla Tikonata se ubica en la sierra sur del Perú, sobre la margen noroeste del Lago Titicaca, correspondiente a la región Circum-lacustre de los Andes Centro Sur (Lumbreras 1981). Políticamente estáubicada en la comunidad de Ccotos, distrito de Capachica, provincia y departamento de Puno.

Su ubicación geográfica corresponde a las coordenadas UTM 4155511 E y 8269791 N, Latitud Sur: 15º38’47.63/ Longitud Oeste: 70º08’54.77; tiene una altitud máxima de 3 888 msnm y mínima de 3 820 msnm.

Tikonata se halla a unos 33 Km al noreste de la ciudad de Puno. La accesibilidad es por carretera asfaltada hasta la península de Capachica y luego en bote hasta la isla; el tiempo total de desplazamiento es de 2 horas.

El distrito de Capachica forma parte del Sector Puno, ubicado en la Bahía de Puno entre la península de Capachica y la Isla Esteves y estádentro de la formación ecológica “Pradera o bosque Húmedo montano” que se extiende desde las orillas del Lago hasta la cota 4,215 m.s.n.m. lo que le confiere un clima benéfico para el desarrollo humano así como para la agricultura y ganadería.

Fue elegida para nuestras investigaciones porque al igual que otras islas en el lago, posee entierros y objetos ceremoniales que evidencian un uso y función ritual a través del tiempo, lo que la hace ideal para estudiar el rol que cumplió Tikonata como Isla Menor, de este modo, la importancia de nuestra investigación, se centró en identificar, registrar y caracterizar las ocupaciones y secuencias presentes en la isla.

Las islas desde el punto de vista arqueológico

Representan lugares ideales para estudiar la interacción entre las sociedades andinas prehispánicas, su entorno natural y la intervención humana en estas zonas. Las diversas investigaciones en algunas de las islas Mayores y Menores, como Amantaní (Niles 1987), Esteves (Núñez y Paredes 1978); Soto (Myres y Paredes de 2005); Karata (Erickson 1988) en territorio peruano, y las Islas del Sol y de la Luna (Bauer y Stanish 2001); Pariti (Korpisaari y Parssinen 2005), Khoya (Ponce 1995), Qiwaya (Plaza 2007) y Pako (Estevez y Escalante 1994) en la actual Bolivia, muestran evidencias materiales de una larga secuencia de ocupación que va desde el periodo Formativo Medio hasta la presencia Inca en el Collasuyo.

En términos generales, las investigaciones señalan, que estas ocupaciones ya sean permanentes (Islas Mayores) o temporales (Islas Menores), se asocian a la producción agrícola y la explotación lacustre; y que paralelamente se desarrolló una función ceremonial a partir del Formativo Tardío evidenciada por los recintos ceremoniales, ubicados en las cimas más altas de los cerros; así como cerámica ceremonial y escultura lítica. Esta práctica, habría continuado en épocas Tiwanaku, por la asociación a cerámica ritual (vasos, incensarios) -eventualmente fracturada- y la presencia de entierros en cementerios aglutinados, proponiendo además la posibilidad del inicio de un circuito de peregrinaje a las islas en este periodo cultural.

Al colapso de este estado y durante el periodo Altiplano, se da un posible abandono ceremonial de los sitios isleños, esto por la ausencia de elementos de tipo ritual que se postulan como un rechazo hacia la elite y la eventual presencia (sobre todo en las islas mayores), de murallas fortificadas y chullpas, típicas de esta época. Sin embargo, la función ritual habría sido retomada por el estado Inca, que reocupa o por lo menos reconoce los sitios ceremoniales en las islas como huacas ancestrales y amplia el circuito de peregrinación, especialmente a la isla del Sol.

Finalmente, enfatizan el significado ideológico/cosmológico de las islas relacionadas con su paisaje, para fines rituales y ceremoniales en cultosdedicados a la naturaleza en tiempos pre incas y la centralización en el culto solar durante la época incaica que muestran la naturaleza del uso y función de las Islas del lago Titicaca.

En el caso de Tikonata, además de tomar como referencia las informaciones de las islas del lago, consideramos importante revisar el entorno cercano en el que se ubica la isla, es decir, la península de Capachica, específicamente las zonas de Huata y Coata, donde Erickson (1988), realizó investigaciones arqueológicas, ubicando sitios arqueológicos (algunos de los cuales excavó), con ocupaciones múltiples en Huatta y sus alrededores: Huanina, Pancha, Kaminaqa, Umanchiri, Viscachani, y en Coata y sus alrededores: Pojsin karata, isla Karata y Almosanchis.

Sus resultados muestran que la península tuvo una ocupación que va desde el Formativo Medio hasta la época Inca, con un fechado radiocarbónico anterior a 850 a.C. Los estilos cerámicos identificados en la zona son semejantes a Wankarani, Chiripa, Qaluyu, Tiwanaku I y II y pre-Cusipata (Formativo temprano y medio 2000–200 a.C.), Pukara y Qeya o Tiwanaku III (Formativo Tardío 200 a.C–400 d.C.), Tiwanaku IV y V (Tiwanaku 400–1100 d.C.), Colla (Altiplano 1100–1450 d.C.) e Inca local y cusqueño (Inca 1450–1533 d.C.). Erickson señala también que estilísticamente la zona estaría más relacionada con el sitio de Taraco (Cuenca del río Ramis-Puno-Perú), por la presencia de un conjunto alfarero temprano distintivo hallado en sus excavaciones.

En base a este contexto general de investigaciones arqueológicas realizadas en algunas de las Islas del Titicaca y en la península de Capachica (Huata y Coata), y considerando además, que Tikonata posee una colección de materiales arqueológicos: objetos ceremoniales y entierros, relacionados con los periodos Tiwanaku, Altiplano e Inca, (que consideramos indicadores de función y continuidad en el tiempo de carácter ritual), es que el proyecto enfocó su interés en la función ritual que cumplió Tikonata como Isla Menor y su asociación a diversos rituales preincaicos e incaicos de cultos propiciatorios de la producción y circuitos lacustres de peregrinación.

Área del Proyecto

La prospección sistemática se desarrolló en toda la superficie de la isla de Tikonata integrada por tres cerros conectados a través de planos extendidos que están rodeados por una pampa de ribera u orilla de lago, cubriendo un área total de 317 568 m2 y un perímetro de 2 425 m. A partir de la conformación topográfica segregamos cinco zonas de reconocimiento:

ZONA 1 (IT-1) Cº Wak’achupa Cruzpata Tiene un área total de 51 824 m2, un de perímetro de 1 134 m y una altura de 17 m. de base a cima. Es el cerro más bajo de la isla; limita al norte con la orilla del Lago, al suroeste con la ribera de lago, al sureste con el cerro Cruzpata y al este con el cerro Uqipata. Su topografía incluye promontorios, escarpados y afloraciones rocosas, especialmente cerca de la cima. Las laderas y la planicie que lo une al cerro Cruzpata, han sido modificadas con terrazas que siguen el relieve del terreno y que se utilizan hasta la actualidad. En superficie, se observa una distribución discontinua de fragmentos de cerámica. La arquitectura es moderna y se asocia a las principales actividades económicas desarrolladas en la isla: algunas viviendas, corrales, el centro de interpretación Tikonata y algunos albergues turísticos.

ZONA 2 (IT-2) Cº Cruzpata Tiene un área de 85 323 m2, un perímetro de 1 309 m; y una altura de 64 m. de base a cima. Es el cerro más alto de la isla; limita al noreste con el cerro Uqipata, al noroeste con el cerro Wak’achupa Cruzpata, al sur con el Lago Titicaca y al suroeste con la ribera de lago. Está formado por promontorios, escarpados y afloraciones rocosas en la cima y las laderas. Algunas de las laderas han sido modificadas con terrazas que siguen el relieve del terreno y que se usan en la actualidad. En superficie se observa una distribución discontinua de fragmentos de cerámica. La arquitectura moderna también se asocia a las principales actividades económicas desarrolladas en la isla: algunas viviendas, corrales y el albergue rural Tikonata. En la cima del cerro se ubica el Mirador de la isla, que aparentemente es de origen prehispánico, pero su forma actual es producto de una remodelación y modificación del espacio original, realizada en el año 2000 con fines turísticos; es visitado por los turistas que llegan a la isla para observar el paisaje circundante y solo en junio, es usado para realizar un ritual (pago) por el advenimiento del año nuevo andino.

ZONA 3 (IT-3) Chillupampa Tiene un área de 89 254 m2, un perímetro de 1 714 m y una altura de 14 m. de la orilla a la base de los cerros. Corresponde a la ribera de lago que se ubica en la base sur del cerro Wak’achupa Cruzpata y la base suroeste del cerro Cruzpata. Es la zona donde en la actualidad se concentran las labores agrícolas estacionales, además existen algunos bofedales permanentes, que la hacen adecuada para el pastoreo, también la arquitectura moderna (base de los cerros). En superficie no se observan fragmentos de cerámica, sin embargo, existen las bases de una construcción circular que los pobladores denominan “chullpas”, sin material arqueológico asociado, también un ¿monolito? que es usado para sujetar el ganado y un mortero de piedra.

ZONA 4 (IT-4) Cº Uqipata Tiene un área de 68 222 m2, un perímetro de 1 150 m; y una altura de 30 m. de base a cima. Es un cerro de cima plana con una ladera suave al oeste y acantilados al sur, oeste y norte respectivamente. La ladera ha sido modificada con terrazas que siguen el relieve del terreno y continúan en uso. En superficie se observa una distribución discontinua de fragmentos de cerámica. La arquitectura también es moderna y muy escasa y se asocia a las principales actividades económicas desarrolladas en la isla: algunos albergues turísticos y una vivienda con corral, actualmente abandonada, que los pobladores de la isla refieren pertenecía a pobladores de la comunidad ribereña de Siale (que colinda con la comunidad de Ccotos) que también realizaban labores agrícolas estacionales años atrás.

ZONA 5 (IT-5) Uqiwasa Tiene un área de 24 216 m2, un perímetro de 1 987 m., corresponde a la orilla de lago al norte del cerro Wak’achupa Cruzpata y rodea por el norte, este y sur al cerro Uqipata. Es una orilla angosta de playa, de suelo pedregoso y no cultivable. No tiene evidencia de ocupación arqueológica ni modificaciones modernas.

Los sitios arqueológicos

Las zonas descritas en el párrafo anterior, permiten caracterizar la ocupación actual de la isla, donde la concentración, la arquitectura, así como el uso y modificación del espacio están en función de las actividades económicas desarrolladas por sus habitantes: una tradicional asociada a la producción de la comunidad ribereña y una moderna vinculada al turismo de la Asociación Turística Rural Tikonata (ASCITTUR), que en ambos casos son temporales: época de lluvias para la agricultura/pastoreo y temporada alta del turismo (junio – setiembre).

En todo caso, la ocupación tradicional asociada a la producción agrícola en la isla, la presencia de un espacio ceremonial (aunque modificado) en la cima del cerro más alto, así como los objetos arqueológicos de la colección Tikonata que se exhiben en el centro de Interpretación de la isla, son características de uso y función que comparte con las islas del lago investigadas.
Sin embargo, la ausencia de arquitectura asociada a recintos ceremoniales, la escases y discontinuidad de material arqueológico en superficie, representan algunas peculiaridades que la diferencian de las otras islas pues guardan relación con los objetos de la colección Tikonata que no fueron ubicados en superficie, su hallazgo fue esporádico y casual, ya que algunos provienen de la remoción de tierra para la agricultura o la elaboración de adobes para viviendas; y otros, del interior de las formaciones rocosas que a simple vista no son fáciles de reconocer, pues se confunden con el paisaje natural de la isla y que fueron expuestos por la erosión natural o por la inundación de 1985 (que llegó hasta las bases de los cerros), rasgo que permitiría caracterizar su ocupación prehispánica.

De este modo y siguiendo la topografía natural de las zonas mencionadas se ubicaron once sitios arqueológicos en toda la isla que en términos funcionales corresponden a:

  • Terrazas que siguen la topografía natural y que aparentemente cumplieron una función de contención o retención para delimitar espacios ceremoniales abiertos.
  • Terrazas que siguen la topografía natural y que delimitan formaciones rocosas de uso ritual.
  • Terrazas que modifican el paisaje creando espacios funcionalmente no definidos.
  • Terrazas que siguen la topografía natural asociadas a sitios con material disperso en superficie sin arquitectura visible funcionalmente no definidos.
  • Sitios con material disperso en Pampa

Resultados

De este modo, los sitios arqueológicos identificados caracterizaron la ocupación de la isla y ampliaron la secuencia cronológica de Tikonata. En tanto, que los resultados preliminares del análisis de la cerámica recuperada permitió confirmar los resultados de superficie, establecer relaciones corológicas y formular aproximaciones preliminares de su rol como Isla Menor.

En base a estos resultados e interpretaciones preliminares y a modo de conclusiones generales, podríamos decir entonces, que Tikonata muestra algunas semejanzas con las otras islas del lago y también particularidades que podrían responder a su condición de isla menor:

  • Al igual, que las otras islas, Tikonata tuvo una ocupación contínua desde el Formativo hasta la época Inca, sin embargo, al no hallarse un tipo/estilo cerámico propio, sino más bien una confluencia/vinculación del centro, norte y sur de la cuenca del Titicaca, relacionadas (emparentadas) a diferentes estilos cerámicos de la región, se pudo identificar las posibles “poblaciones ribereñas” que la ocuparon todo el tiempo, así como la interacción de los vínculos/relaciones con otras áreas del Altiplano a través del tiempo.
  • Asimismo, se determinó que esta ocupación fue de carácter estacional relacionada a la producción agrícola durante todos los periodos culturales, pero que a la vez, también estuvo ligada a actividades rituales vinculadas a cultos propiciatorios de la producción, que fueron dirigidos especialmente al agua en relación a la productividad de la tierra.
  • También, que esta ritualidad y el culto a las deidades, se inició en el periodo Formativo Tardío, pero en el caso de Tikonata, no estuvo asociada a arquitectura ceremonial, sino mas bien a dos espacios ceremoniales abiertos en las cimas de los cerros y delimitados por terrazas que siguen el contorno natural, usados a partir de ese momento y que durante la presencia Tiwanaku, probablemente fue un santuario isleño local incluido en una ruta de peregrinación entre islas que eventualmente pudo estar relacionada a la función específica de la isla: el culto al agua, sentido cultico que se mantuvo a través del tiempo y siempre estuvo en estrecha relación con su entorno/paisaje.
  • Pero que a partir del periodo Altiplano, se evidencia además el culto a los muertos y por ende, una ritualidad funeraria que eventualmente al conectar a través de los ancestros el pasado con el presente, sirvió para reforzar la pertenencia a un grupo y legitimar la transmisión de bienes y derechos, en una época de conflicto intenso.
  • Y que durante la época Inca, aunque se respeto el sentido cultico de la isla y los rituales a las divinidades y los muertos, probablemente también se realizaban cultos solares para reforzar y legitimar su poder como parte de sus estrategias de control.
  • Finalmente, que la confluencia/vinculación constante con otras áreas de la cuenca responde a que pertenecían a un mismo territorio, por una división simbólica sagrada expresada en la orientación de los espacios ceremoniales y de ofrendas, así como de los entierros en formaciones rocosas, que se orientaban a los referentes de origen cercanos y lejanos de una tradición común ancestral.

En todo caso, lo importante es que las actividades productivas siempre estuvieron relacionadas a la ritualidad, donde los elementos del paisaje y las fuerzas naturales ya sea a través de objetos sagrados o los cuerpos de los difuntos, mantuvieron su vigencia en la memoria colectiva constituyendo importantes puntos de referencia para los grupos altiplánicos prehispánicos en todos los periodos culturales y que las islas menores del lago cumplieron roles específicos dentro de estas creencias, como en el caso de Tikonata: el culto al agua.


INFORMES  PDF

  1. EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL SITIO DE TARACO, PUNO: Temporada 2006

  2. EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL SITIO DE TARACO, PUNO: Temporada 2007

  3. INFORME DE INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA “PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA EN LA ISLA TIKONATA-CCOTOS-PUNO”, 2011