SISTEMAS DE BARBECHO SECTORIAL
DE ALTURA EN LOS ANDES
Pierre MORLON, abril de 2,005 |
Esta «pala» aguda será el punto de partida para estudiar la agricultura de altura en los Andes. Hubiera podido elegir cualquier otro objeto. Pero éste se nos impusó: desde unos diez o quince años, su representación, realista o estilizada, es omnipresente y está reproducida hasta la obsesión en la mayoría de las publicaciones recientes sobre la agricultura andina, de la que aparece como símbolo indiscutible. ¿Qué cosa es, pués, esta herramienta? ¿Por qué ella, siempre ella? La identificación de la agricultura andina con la chaquitaclla se remonta a tiempos lejanos. Algunas decenas de años después de la conquista española, GUAMAN POMA dibuja a Adán en el "primer mundo" trabajando la tierra con la chaquitaclla, y también trabajando con la chaquitaclla a los primeros indios de América. Pero este retorno al pasado, ¿puede ser de alguna utilidad para los campesinos a principios del siglo XXI? El carácter arcaico de la herramienta ha sido subrayado muchas veces: «Como se ve, la industria agrícola ganadera de nuestros ayllus está en pañales: aún conserva ( ) su rudimentarismo primitivo (...) Si el indio no sabe remover sus tierras, tampoco ha aprendido a seleccionar la semilla...» (CASTRO POZO, 1924, p. 307) |
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Desde la conquista española fueron introducidas otras herramientas y fuentes de energía: - el arado jalado por bueyes en el siglo XVI, - el tractor y el arado de discos en el siglo XX. Para juzgar a una técnica, se debe definir el objetivo relativamente al cual se juzga, y el conjunto de valores de referencia que permiten contrastar el juicio, por ejemplo comparando eficacias, como lo sugiere Castro Pozo en el mismo texto: «De la Colonia ( ), sólo ha adquirido el buey como animal de labranza y el arado de madera, inferior al chaquitaclla, que no le sirven sino para sus tierras bajas». Esto transforma, pues, las preguntas precedentes en otras nuevas, más precisas: ¿para qué sirve la chaquitaclla? ¿Qué trabajo o trabajos realiza? ¿Dónde y en qué condiciones? ¿Con qué resultados? Es en los documentos más antiguos que conocemos en donde buscaremos la respuesta. 1.2. Forma, manejo y función Los dibujos de GUAMAN POMA nos muestran diferentes trabajos agrícolas hechos con chaquitaclla a lo largo del año: - siembra de maíz (zara tarpui) en setiembre, - siembra de tubérculos (papa oca tarpui) en diciembre, - cosecha de papa (papa allai) en junio, - labranza (chacra iapui) en agosto. |
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andan contrapuestas a los varones, para ayudar con las manos a levantar
los céspedes y volcar las raíces de las yerbas hacia arriba,
para que se sequen y mueran y haya menos que escardar. Ayudan también
a cantar a sus maridos, particularmente con el retruécano hailli»
(V, 2). |
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Luego de describir la chaquitaclla y el trabajo extenuante que ella exige pese a su empleo en equipo, COOK analiza la rotación «estrictamente subordinada a las actividades pastorales», observada en La Raya, a más de 4200 metros de altura: a fines de la estación de lluvias (abril), los campesinos voltean sólo estrechas fajas de césped, marcando las líneas en donde plantarán las papas, pero es más tarde que rompen la totalidad del terreno ; y el césped duro se descompone en un suelo suelto y oscuro durante la larga temporada de crecimiento. Al año siguiente, siembran cañihua, sin preparación adicional del suelo: «Las adventicias y las hierbas vuelven a tomar posesión del suelo mientras que la cañihua crece, y enseguida se deja el terreno en pastoreo durante varios años antes de una nueva labor. Los períodos de cultivo son demasiado breves como para destruir las raíces fibrosas de las gramíneas y otras plantas en el suelo, de modo que sólo puede haber muy poca erosión. En las zonas favorables este sistema es permanente, y nada indica desde cuándo se le practica o cuántas veces el césped ha sido volteado». En resumen, la chaquitaclla tiene como función en la agricultura andina voltear céspedes para sembrar papas, dentro de rotaciones en las cuales algunos años de cultivo suceden a un largo tiempo de descanso pastoreado, todo ello en altura. COOK concluye por fin: «Esta herramienta bien puede simbolizar la agricultura de las tierras altas. Las praderas de altura planteaban un problema especial que fue resuelto por la chaquitaclla». |
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Es este problema de la lentitud del trabajo, agravado por las restricciones
climáticas, que los campesinos han tenido y tienen aún que
resolver. Por ello asocian varias soluciones: la velocidad del trabajo (es decir la extensión arada por persona y por día) se incrementa con el trabajo en equipo; y la combinación de diferentes modalidades de labranza permite a la vez reducir la extensión que se tiene que labrar, y distribuir el trabajo en diferentes épocas del año, transfiriendolo de la época más crítica hacia otras. 1.3. La labranza en la organización del trabajo y del espacio 1.3.1. Estrategias de labranza Las restricciones climáticas En los Andes del Perú y Bolivia, la breve estación de lluvias está seguida por una larga estación seca. Terminándose las lluvias, en abril o mayo, el suelo se seca y se vuelve demasiado duro como para ser trabajado; las plantas dejan de crecer y terminan por ser matadas por las heladas nocturnas que, a gran altura, se producen desde que la cobertura de nubes desaparece. Es preciso, pues, que todos los cultivos hayan llegado a su madurez al fin de la estación de lluvias; y para ello deberán haber sido sembrados - y por tanto arados - con suficiente anticipación: |
En altura, todas las siembras deben realizarse entre el momento en que
llegan las primeras lluvias, de setiembre a diciembre dependiendo del
año y de la región, y aquel en que ya es demasiado tarde
para sembrar, que se sitúa entre octubre y diciembre, según
la altura y el tipo de cultivo: ¡un margen bien estrecho! En estas
condiciones, el hecho de que una familia, con su propia mano de obra,
tenga necesidad de casi un mes de trabajo por cada hectárea labrada,
aparece como realmente crítico... |
estación seca, irrigando el suelo para que sea menos duro.
Es sin duda el papel principal del riego, puesto que después
"normalmente" las lluvias son suficientes para asegurar la alimentación
hídrica de los cultivos:«...si era tierra de acequias,
que en toda la mayor parte de este reino las había y las usaban;
aunque fuese en la sierra donde llueve, usaban de ellas para (...)
arar las tierras y sembrar, y después quedaba a las lluvias.
Esto era en la sierra». (Pedro PIZARRO, 1571, f. 57 v). |
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a) La labranza completa (t'aya en la región del Cuzco,
mutta o lluja en el Altiplano de Puno) sólo es posible antes de
la plantación. Exige un trabajo tedioso: un grupo de dos chaquitacllas
voltea sólo entre 150 y 250 m2 por día. Además, no
se puede sembrar directamente una parcela labrada de esa manera: se necesita
romper y pulverizar los terrones con mazas, y más tarde aporcar
dos veces. |
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¿no será la producción conseguida por día
de trabajo de labranza lo que les interesa y que guía sus decisiones? En los Andes - como en otras partes del mundo, y hace algunos decenios en Europa - las unidades de superficie agrícola no son constantes, porque en realidad miden la extensión labrada en un día: masa con la chaquitaclla, yunta o jornal con el arado, etc... En estos casos, calcular un rendimiento por "unidad de superficie" llega de hecho a medir la productividad del trabajo. Lo mismo cuando otro factor es limitante. En 1567, GARCI DIEZ indicaba que se cosechaba 10 fanegas por cada fanega de papa sembrada; 30 fanegas por una de maíz; 70 et 80 por una de quinua, et 50 por una de cañihua. Lo que importa aquí es la expressión del rendimiento relativamente al factor percibido como escaso o limitante: la semilla guardada de la precedente cosecha. Desde un punto de vista económico, en las agriculturas tradicionales manuales, esta oposición está ligada al las disponibilidades y costos relativos de la semilla y del trabajo: los altos rendimientos relativamente a la semilla exigen técnicas de siembra que necesitan de mucha en mano de obra (siembra en líneas, en hoyos con raleo, en almácigos con trasplante), al contrario de la siembra al voleo que necesita mucho menos trabajo pero consume más semilla. |
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modalidad de labranza es el primer eslabón de una cadena de
operaciones técnicas adaptada a condiciones ambientales y a niveles
de riesgo - es decir, a niveles de producción esperada - diferentes: Conclusión de la primera parte 2. LOS SISTEMAS DE BARBECHO SECTORIAL DE ALTURA |
- cada ciclo de utilización de la tierra dura el mismo número
n de años, durante los cuales se suceden en primer lugar cultivos
(o asociaciones de cultivos anuales), luego un descanso pastoreado; todas
las familias siguen colectivamente la misma rotación; |
Al contrario de lo que muchas veces se escribe, durante los periodos agrícolas (privativos), en la mayoria de las comunidades cada campesino hace lo que quiere sobre sus campos - excepto pastorear allí su ganado. Puede dejarlos sin cultivar o cultivar otra especie que la que está prevista en la rotación. La única cosa determinada por la regla colectiva son las fechas de entrada y de salida del ganado: antes de la siembra, la fecha en la cual todos deben sacar su ganado ; después de la coscha, la fecha a partir de qué se autoriza la presencia del ganado. De hecho, los campesinos traen su ganado en sus campos en el curso de la cosecha: el pastoreo es así privado al comienzo, cuando los residuos de cosecha son abundantes, y se vuelve colectivo cuando se acabó la cosecha. Aquellas fechas corresponden por supuesto al ciclo de la especie cultivada prevista en la rotación, lo que autoriza cualquier cultivo cuyo ciclo está incluido, y al contrario hace muy arriesgadas (cosecha immadura o daños del ganado) los cuyo ciclo es más largo. Es así que encontramos campos de papas (ciclo corto) en un sector de cebada, pero casi nunca al revés. Cada año antes mismo que las fechas, la autoridad que maneja esta zona de producción toma las decisiones colectivas sobre la rotación misma. Puede dejar en descanso más tiempo que los demás un sector que no juzga bastante "descansado", haciendo varíar la orden de los sectores de un ciclo a otro. En Japo en Bolivia, cuando la vegetación en un sector está rala al término de 9 años de descanso, los campesinos lo dejan descansar un ciclo más, o sea en total 21 años. En Laraos, en 1984 la asamblea de la comunidad decidió no sembrar cebada, y por lo tanto dejar en descanso un sector donde la producción que se esperaba no justificaba la inversión de trabajo y semillas. (Más en detalle, en Laraos cada uno de los sectores observados durante un año dado resulta de la reunión de cuatro a seis subsectores contiguos. No se reúnen necesariamente los mismos subsectores para formar un sector en los ciclos subsiguientes). |
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2.2. Ventajas y limitaciones de la contigüedad de las parcelas |
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- la preparación del terreno para la papa sólo necesita
roturar una franja de cada dos para formar camellones, en tanto que
para los cereales hay que roturar todo el terreno; |
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En Japo (Bolivia) |
2.5. Intervalo entre cultivos y lucha contra las enfermedades y parásitos |
Conclusión parcial |
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(4) Progresivamente se abandona el descanso en la rotación |
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por cualquier causa que sea - o cuando la apertura al mercado introduce
nuevas técnicas, las reglas colectivas pueden ser modificadas o
hasta abandonadas. 2.6.1. ¿Hacia un abandono de las rotationes colectivas? Algunos
ejemplos en las zonas altas de Paucartambo |
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