ÚNICA VISIÓN:
Única visión:
-Había demorado tanto para decirlo.
La palabra exacta, el único
camino,
La humareda que se disipa
Y el cielo que palidece; agua que precede a la lágrima y
Mar que observa, todo cabe en la embriagadora mirada de la altura.
Sin memoria, sin rastro de la
distancia,
El esplendor de su perfil es un grito desenfrenado.
BOSQUE DE PIEDRA
Bosque de piedra, nieve y desamparo,
Erguida como una esperanza,
Alta como una señal escandalosa;
Mar de polvo acumulado, siglos acumulados,
Extendida de abajo hacia arriba, extensa, desesperada;
Sombra de un invisible fuego perpetuo,
Horizonte sin forma que se afana en esparcir su nombre
Alargando una mano entera que toca cielo y tierra, norte y sur.
Esa es mi mano que allana el espacio
prohibido,
El momento preciso en que tiembla la tierra
Y se arruga hasta hacerse un puño, como un corazón de cartulina.
¿ES ESTE OTRO MAR,
¿Es este otro mar, otro
bosque,
Sombra invisible, un animal dormido, manantial de sangre, un entrechocar
de Sables, una ráfaga de balas, voz acallada, rincón de
la nostalgia?
¿Es este el lugar donde yace el cuerpo de mi
hermano desaparecido?
Aparecidas, silenciosas, allí
estuvieron siempre,
Escondiendo nuestros abrazos,
Erguidas y soberbias las altas montañas,
Las más altas más blancas, frías,
En una sola fila, una junto a la otra, la otra detrás de la siguiente,
Como si avanzaran:
Enamoradas.
SON DIOSES
Son dioses, son demonios, unen
y dividen.
Las montañas van desde el suelo al cielo, de un horizonte a otro,
Como un tiempo largo y lo dominan todo,
Su poder es de hielo, nieve y truenos,
Su poder es el silencio.
HAY UN MUNDO
Hay un mundo que gira a su alrededor,
Otro que divaga.
Las altas montañas huelen a retama y alcohol,
Inamovibles tienen los ojos rojos y el cielo blanco.
El tiempo se derrite por sus costados, pero en calma sobreviven,
Suspendidas, sobre un fondo azul,
Entre el polvo y las constelaciones.
NEGRAS Y BLANCAS
Negras y blancas, sus filudas
crestas rasgan el cielo,
Ocultan al sol.
A veces braman como el mar y desatan su furia con pocas palabras.
Las montañas, esbeltas como una candela de ofrenda,
Van de una luna a otra, de una estrella a otra,
De una mirada a otra, hasta el alba.
MÁS ALLÁ DE LA TRAGEDIA
Más allá de la tragedia
y el espanto, el abismo que las separa
Del mar y la fascinación, las montañas recorren su propio
camino,
Altas y amargas van al sacrificio,
Embrujadas,
Delirando en un insomnio perpetuo.
Así van, con paso sencillo de procesión,
En una sola dirección van las poderosas a estrellarse contra el
cielo,
A despedazarse contra las mariposas.
MIRA PUES TANTA MARAVILLA
Mira pues tanta maravilla que
cabe en mis manos.
Arrepentidas, las iluminadas avanzan
en silencio
Hasta perderse, alucinadas,
Allá, en la memoria.
Inmensas, todas,
Las montañas enrumban
Hacia el olvido.
HACIA DÓNDE MIRAN
Hacia dónde miran las montañas,
altivas, soberbias, orgullosas,
Altas como manos levantadas, erguidas,
Gargantas abiertas, brazos extendidos, frente blanca,
Fiebre de piedra. Cordillera:
Sus ojos de piedra observan todo,
Sus oídos de piedra nos escuchan,
Sus narices de piedra nos reconocen,
Sus manos de piedra convierten todo en polvo,
Su corazón de piedra sufre y llora,
Su piel de piedra nos cobija,
Sus pies de piedra no avanzan,
Sus bocas de piedra vomitan oro.
ALLÁ VAN
Allá van, las andinas,
sin nombres,
Anónimas y celebradas.
Salkantay, Tolima, Huandoy, Huascarán,
Chimborazo,
Llullaillaco, Aconcagua, Misti,
Ancohuma, Cotopaxi, Tungurahua, Chachani,
Illampu, Sajama, Sangay, Coropuna, Illimani, Sabancaya.
Volcanes, picos, nevados, montañas,
elevaciones,
Van -mar solidificado, cordillera-,
Sembrando el terror entre las aves, espantando las nubes,
Deshaciendo el destino, ajenas al suspiro de las flores que asoman
En sus rendijas. Van sin mirar atrás, ni adelante, a ningún
lado apuntan sus Ojos ciegos y van aquellas, aunque jamás vistas
sí sentidas,
Ocultando las estrellas con sus cabelleras de luz, deshaciendo el tiempo.
Advierte el aire
La furia desde lejos:
Llega el invierno.
¿QUÉ PAUSA
¿Qué pausa será
transformada en flor
Desde la imperfecta forma de sus contornos?
Sin ninguna duda aguardan la abolición
de la nostalgia
-Como parece ser su voluntad-:
Un deseo cercano a la felicidad.
No es la destrucción de la belleza lo que pasa por sus mentes de
agua,
Es su propia destrucción.
Prenda de luz, no
Guarda su propia sombra,
Malos presagios.
ÍDOLOS
Ídolos, dioses,
Apus inmortales,
Santuarios, cementerios, nidos, madrigueras,
Roca y piedra,
Flor perpetua de aire y nieve,
Bosque petrificado, puerta de aire para el aire,
Cordillera,
Tu nombre no es más delicado que el colibrí que te habita.
LAS SÍLABAS DE TUS NOMBRES
Las sílabas de tus nombres
infinitos, de infinitos nombres,
Son cascadas de agua, dispersas, únicas,
Lagos, arroyos, lagunas, ojos de agua,
Suenan como un río desbordado.
Aparecen y desaparecen.
Vienen de lejos
Con avisos, adioses
Que llegan: tiempo.
MÍRALAS
Míralas, se mueven,
Oscuras y obstinadas las montañas,
Frías y duras en la cima,
Abiertas y acogedoras en la sima.
Desfilan de sur a norte, hacia oriente y occidente,
Envueltas en fuego.
Furiosamente se inventan
En cada trozo de piedra, roca o arena,
Espina o tronco,
Y a cada segundo, minuto o siglo,
Aparecen y desaparecen, las malditas.
Era cuestión de tiempo,
Cordillera,
Te debo el iris claro con que se embriaga mi violento corazón.
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