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Santiago Giraldo (Putina, 1850 - Lima, 1929) Abogado. Hijo de José Aniceto Giraldo y Tadea Sueldo. Nació el 27 de julio de 1850 y murió el 6 de octubre de 1929. Cursó educación secundaria en el Seminario de San Ambrosio, en Puno, y jurisprudencia en la Universidad de Arequipa. Recibido como abogado (1877), retornó a esa ciudad, donde alternó el ejercicio profesional con la edición de El Tribuno (1877). Nombrado secretario de la prefectura, asumió también la redacción de El Registro Oficial del departamento de Puno; y con igual cargo pasó a Moquegua. Al cesar en estas funciones, volvió a Puno; y, con sus ganancias profesionales, viajó a Europa y Estados Unidos. Elegido diputado por la provincia de Huancané (1896-99), distinguióse por la solidez doctrinaria de sus intervenciones; defendió los fueros parlamentarios, y adelantóse a reclamar la jornada de ocho horas, así como el derecho de huelga. Durante sus últimos años consagróse a la abogacía. Publicó: Breves consideraciones sobre las épocas de la historia política del Perú, desde la independencia (1876); y Bolívar - Consideraciones sobre la historia del Perú (1888). Tomado de: DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO DEL PERÚ, Alejandro Deustua O., Preparado por Alberto Tauro del Pino, Lima, Editorial Mejía Baca, 1966, Tomo II. |
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El
historiador Jorge Basadre, en sus Bases Documentales, según nuestro
colaborador Eduardo Dargent, tiene 12 entradas sobre Santiago Giraldo (obras,
publicaciones):
699 - Giraldo (Santiago)
Breves consideraciones sobre las épocas de la historia política
del Perú desde la independencia
hasta nuestros días. Puno 1876. * "Es
justicia lo que esperamos de Su Excelencia": política indígena
en Puno (1901-1927). En: Más allá de la dominación |
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Pintura: Raúl Castillo G. | ||
En busca de mayores conocimientos y superación se dirige a Europa visitando las principales ciudades de Inglaterra, Francia, Alemania, Austria, Italia, Bélgica, Holanda y Estados Unidos. En 1896 es elegido para ocupar una curul en la Cámara de Diputados, representado a Huancané, es en la labor parlamentaria donde defiende con vehemencia la inmunidad parlamentaria, aspectos del trabajo de las mujeres, adelantándose en reclamar la jornada de ocho horas, así como el derecho de huelga, formación de juzgados mixtos para solucionar los problemas laborales entre patrones y obreros de las fábricas textiles, de Vitarte Lima, y los tipógrafos; la responsabilidad por accidentes de trabajo, las pensiones a la vejez, la limitación de las tareas de mujeres y niños. Actitudes que lo perfilan como el precursor del socialismo, fundamento de Justicia Social, que después fue abanderado por José Carlos Mariátegui “El amauta”; según señalan algunos historiadores, fue un diputado de radical oposición al gobierno de Piérola. Al respecto Vladimiro Bermejo, dice: “Que lo más interesante y digno de destacar del Dr. Santiago Giraldo es que hombre y acción marcharon en perfecta armonía. Lo que había predicado de joven supo hacerlo en el parlamento. Ni una sola línea desvió de su conducta moral. Escribió con sangre, jamás se olvidó”. Por su parte José Tamayo Herrera en el prólogo de “Dos Siglos de Ensayistas Puneños”, manifiesta: “El discurso de Santiago Giraldo…tiene un tema realmente admirable y que revela una inmensa intuición precursora. Giraldo trata de la defensa de los trabajadores y del futuro socialista del Perú. Obras escritas en los primeros años del siglo XX, con lo cual Giraldo se adelanto veinte años a Mariátegui. Hay que decir la verdad ante todo. El primer precursor del Socialismo Peruano fue el Puneño -Putineño- Giraldo Sueldo, tanto fuera del parlamento como dentro de él…fue sin duda un verdadero precurso del socialismo peruano”. La producción intelectual, y las referencias de la época, dicen claramente de la calidad de este ilustre, íntegro y olvidado puneño, ejemplo para la actual y futuras generaciones. A decir de Annalyda Álvarez-Calderón: "Podemos hablar de toda una generación de indigenistas puneños (Abogados como Manuel A. Quiroga, Francisco Chuquiwanca Ayulo y José Frisancho, educadores como Telésforo Catacora, Manuel Z. Camacho y Julián Palacios y periodistas como Gamaliel Cuarta) que, inspirados por Giraldo, utilizaron sus profesiones en beneficio del indígena”. Es ese hombre que se atrevió a defender al indio, aquel poblador rural marginado, al obrero vilmente explotado, iniciador de las bases de la corriente socialista cuando aún Mariátegui no se había asomado a la Historia. Ese Giraldo putineño, democrático defensor de los intereses de los más desprotegidos, hombre de raza, coraje y fuerza del poblador que vive en lo más profundo del Perú. Señoras y señores, un orgullo y poder llevar presente algo de sus manifestaciones: “Puneños-putineños-pongamos todo el pequeño contingente de nuestra común labor a esta obra de nuestra generación social política.” Luego de un arduo trabajo este olvidado representante puneño, expiró el 6 de octubre de 1929 en la ciudad de Lima. |
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* Cortesía del Diario Los Andes |