La historia de mi querido Vendrell

María Alexandra Talavera Manrique (Puno, 1982)

Dejaste una noche fría y de luna llena para olvidar el fracaso que tuviste con tus coplas, te encerraste en tus cuatro paredes, con tus fotos, pinturas y libros acompañado siempre de tu negro café como tu existir, creaste tu historia en tomo a lo irreal y te envolviste en clásicos de la música: De rato en rato sentías oír el estridente ruido de los vientos, era viernes y el frió te consumía, te carcomía el alma, el cuerpo, la razón de amar y de existir; tu casa se caía pedazos/ y yo sin poder hacer nada / -, habías luchado tanto-y me dijiste que paseaste tu cuerpo por el muelle por medio de un año tratando de oír al corazón imaginando la respuesta a esa pregunta que cargabas ¿porque el lago tenía ese mágico poder para dejarte soñando? un mundo, una situación, como esa banca te arrullaba del mismo modo, que tu madre cuando niño reposabas es sus brazos? - Ahora todo lo que queda de los días felices junto al lago, 1a luna y la noche fría, son solo recuerdos, recuerdos que te vomitan una y otra vez, que te soplan al oído, tus caminos, tus amigos, tu familia, tus bares, sí, esos bares en los que con solo mirar a la mujer que creías amar creabas coplas, coplas inmensas de amor y luego ya acabada la fantasía de ella quedábase en ti el insolente recuerdo de la infamia con que te pago.

La juventud, hay la juventud!, sí, esa que corre, que no tiene reparo en insultarse, las ilusiones, vagas ilusiones que quedaron en enormes recorridos, por el que entonces érase uno de tus lugares favoritos la tumba de Sabarte (esas ilusiones que nacen, crecen, se reproducen y finalmente mueren a fuerza de inútiles intentos) así fue tu vida mi querido Vendrell, como el viento que pasa y pasa que no cesa, que esta noche me a cobijado en tu pueblo que me a atrapado en el mágico recuerdo y que ahora me hace buscar tu historia, la tuya y la de Sabarte, ambos tenían algo en común, el amor por la poesía, no se si fueron buenos, no se si fueron malos lo que todavía queda en esta mente algo perturbada por el momento, es que ambos me llenaron de nuevas esperanzas y abrieron el túnel a mi nuevo camino, quisiera ahora mismo poder tomar una grabadora y hacerte la tan ansiada entrevista pero ya todo esto esta de mas.
También esta demás decirte que te amé, como sólo se ama una vez y que ahora aunque esté en un lugar distinto y con otra gente no te olvido, que cada que recuerdo tu rostro y en especial tus ojos me vuelve a mi ese deseo de poder ser tuya.

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Ya han pasado muchos días desde mi llegada a la Lima de antaño, a la grande, a la virreynal, a la majestuosa, a la pobre, a la que une miserables hombres con ilusiones, al basural más grande, a la comedia perfecta, pero también a la que sin imaginar a acogido a miles de poetas, artistas propiamente dicho, como tu, como Sabarte, como yo, así es Lima, tiene cosas buenas y cosas malas, como todas las ciudades en el mundo entero, y desde aquí intento imaginarme junto a ti creando ese destino por el puente de los suspiros (en Barranco) caminando después de la media noche, como lo que somos, como lo que éramos poetas y perros, perros y poetas; y ya después de transitar sin rumbo con algunos tragos amargos encima llegar a casa y volcar nuestros nuevos sentimientos sin escatimar detalle alguno, hacer de nuestras noches /amor -poesía y muerte/juguetear con nuestras miradas y ver la noche constelada desnudos y en silencio, como alguna vez lo soñaste, como alguna vez lo imaginaste, como alguna vez lo soñé, solos: Solos los dos desnudos y sin tocamos, solo apreciando las formas que el de arriba nos otorgaba pero esta vez no para reproducir nuevas generaciones si no tan solo para reproducir fuentes; dulces y bellas de inspiración pero, mira que injusta es la vida y que injusto es a veces Dios con los que se aman, fíjate como a pasado el tiempo. Ya es exactamente 2 años de tu partida, y te confieso que aún no se como empezar una nueva historia, te contaré que durante todo este tiempo había decidido rehacer mi vida aunque en todos los intentos que hice desde aquel día hasta la fecha han sido fallidos mis caminos, una y otra vez e caído una y otra vez han sido las veces que e tenido que levantar mi cuerpo y erguir la cabeza, una y otra vez he llorado y e sentido necesitar tu regazo sólo para abrazarme a ti y decirte muy cerca que no me dejes aquí sola y sin esperanza, tu mi pequeño niño, tu mi gran hombre, tu mi fuente, tu mi ser, tu la creación más perfecta de mis lunáticos días se ha ido, ahora, sola me quedo con tu historia tratando que calce un poco con la mía debajo de un árbol y a lado de muchas gentes vestidas de blanco y con un hombre que dice ser Sabarte.

Lima a los 26 días de tu fallido intentó por vivir y a ti mi querido Vendrell por ser aún la fuente de mi pluma.