ROSA EN EL ARBOLITO DESNUDO

Edwin Chipana Valdivia (Puno)


Con las rudas yemas de mis dedos,
con la rustica alma muda...
Cuando el viento por romántico no se muda
sobre la meseta de vientos, helados.

A la pradera del cielo azul
de nubes lejanas, que besan el cielo;
entonces... cuando por un momento,
el feroz viejo compone
su heroica sinfonía.

¡Nacen estos versos...!
de mi alma muda,
ya entonces...
La doncella vestida de inocencia
despierta.


Cuando aquella... dibuja su sonrisa
en su tierno rostro,
en sus dulces labios;
se escriben dos versos celestiales color de rosa.

De su mirada tímida...
Un clima de oro, madura.
Y de flores de Edén, es su cobertura,
y entonces mis palabras son mudas.

Aún todavía en su cabellera castaño,
se trenzan gruesos, los versos;
en las largas armonías con partituras...
¡Oh que alegría! Entonces podré vestirlo
aquel arbolito seco, color de rosas.

 
Tres granos de café
María Alexandra Talavera Manrique(Puno)

Es cierto
Me gustan las cosas que no tienen
Ni nombre ni día
Esas que solas llegan y
Solas se van

Me gusta reír sin motivo y llorar también
Caminar contra el aire
Sentir la lluvia lenta como mis pasos
Lenta como día
En grazna enmarañada

Musitar un verso Borgesiano
Asumir mi luz entre las calles
Devolverle el brillo a tus ojos y seguir

Llegar a casa /a casa llegar
Sentarme en el sillón viejo de el abuelo
Y ver de lejos la cámara inútil
Inútil y sin rollo /que olvidaste en el buró
Creer que llegarás con una foto, aunque sea de postal
Creer que llegarás ...

Seguir esperando tus historias
Creer que llegarás / seguir esperando
En la mesa de siempre /junto al café
Contarte, que durante tres días
Construí tres fantasmas
Mi muerte, mi renacimiento y mi encuentro

Contarte que encontré
Tres granos de café, en mi taza blanca
Que los guarde entre mis sobres
Para el primer encuentro
Para el último también
En el viejo mundo
En el café Ritz en París

 
"Esa soledad... Es pecado de mi libertad"

Luis Kenny Adco (Juliaca, 1985)


HIERBA CRUCIFICADA


Constelación mía,
como herida de llanto marginado
incitan el laurel de doma zagal;
para espectro de deslustradas espinas del silencio.

Holocausto de cenizas apofánticas,
dibujada al horizonte marginal,
como penas, surcan el Pacífico de mar apasionada
y derrota de brisa, cansa al vacío.

Forastero de mi colonia en mesa desahogada,
como lágrima de vapor pintado
son palmeras de azúcares sinsabor,
que trisca el polvo en llanto.

Estrellas sin consumir el ocaso,
haces prisionero a la voz,
como leyenda de Venus,
es la pasión entre astillas de luz.

Religión ignorante,
es el granizo de suspiro,
para morir en viento herido
es concierto sin alma.

Lagrima pintado a flor de labio,
y cantado en pecado púrpura;
me hace realidad sin dimensiones;
y aterido está el corazón umbrío.

PRELUDIO DE ALMA

Sólo escucha tu alma.
Todo desolado tu alma.
Al lecho vacío, tu alma.
Viento como la muerte, tu alma.
Sencilla a tus ojos, tu alma.
Sólo presencia que canta al silencio, tu alma.
Desnudo al invisible, tu alma.
Haciendo penitencia al llanto, tu alma.
Amante de soledad, tu alma.
¡Tu alma!... Tu alma.
Como luz quieta a tu sangre, tu alma.

 
MADRE CAMPESINA
Fredy Daniel Ccruz Andrade (Puno)

madre campesina,
hermana i amiga
de la tierra,
mujer i amante
de los vientos,
ama i dueña
de la naturaleza.

madre campesina,
tus divinas manos
hechos de tierra i bronce
cultivan entre sus venas
el progreso de mi pueblo,
regando con tus inmensos cabellos
el descanzo de la noche.

madre campesina,
los caminos de inca
fueron trensados por tus pies,
buscando en cada amanecer
el pan fresco de la aurora,
buscando en cada lluvia
el canto de los cielos.

 
Escenas
Bladimiro Centeno Herrera

Visión
En este aire
habitan territorios inciertos
que florecen en mis flancos
como sombras monumentales.

En este aire
concibo una huella grave
que consume mi gragil presencia
como una visión endomoniada en la tarde.

Campana
He oído el tañido
en el secreto de la torre
en el misterio del viento en la tarde.

He admirado la campana
en el espacio primigenio de la luna,
en el vano artificio de la lluvia en la cumbre.

Y me encamino
hasta la blanca fortaleza de la piedra,
hacia la inmensa playa del sonido en los sueños abiertos.

Recuento
El viento ausculta
en la extinta pradera
la voz oculta de la piedra.

La tierra concibe
en la amplitud de su vientre
la semilla de fuego que emprende la vida.

Y el hombre
inventa un camino
que detienen el barro oscuro de tiempo.