Biblioteca de la Casa del Corregidor. Puno, Perú Código de registro: 004137 Ficha: LEFEBVRE, Christiane. Textiles aymaras del altiplano peruano. Cambios y continuidad desde el siglo XVI. Nov. 2009. Cap. 1: http://www.casadelcorregidor.pe/colaboraciones/Lefebvre_1.php Volver al índice |
1. Los Lupaca El antiguo reino Lupaca hubiera aparecido, según Luis Lumbreras, a la época de la decadencia del Tiwanaku: "La decadencia del Tiwanaku significó la emergencia en todo el contorno del inmenso lago, de una serie de reinos independientes y rivales; todos ellos, sin embargo, ligados culturalmente por muchos aspectos comunes [..]. Uno de los rasgos comunes más sobresalientes fue el de la lengua, dado que en toda el área se hablaba el Aymara o Hak’e-aru (lengua de la gente) junto con el Pukina y Uru. El Aymara era una especie de lengua general del área, en tanto que el Uru y el Pukina estaban circunscritos a minorías étnicas locales7. Durante la época de la conquista cusqueña, los dos grupos más importantes del altiplano eran los Collas, con su capital en Hatuncolla, y los Lupaca, con su centro en Chuchito. Franklin Pease indica que: Curiosamente los cuzqueños parecen no haber alterado las relaciones de poder y producción en el área Lupaca, salvo la imposición de un control económico sobre el único recurso producido en gran escala al margen de la alimentación: la ropa y los rebaños que le hacían posible8. Como tributo se daba al “ynga”, ropa de cumbi (muy fina) hecha por indios señalados, ropa auasca y ojotas9. Además se daba mucha cantidad de ropas para sacrificar a las guacas10. El estado cuzqueño usufructuó también de los grandes rebaños de animales de los Lupaca. Cieza de León relata hablando de Guaman Capac: [..] entrando en el Collao, le trajeron cuanta de las grandes manadas que tenia de ganados y cuantas mil cargas de lana fina se llevaban por año a los que hacían la ropa para su casa y servicio11. En la época colonial, el territorio de los Lupaca iba desde Chuchito hasta el río Desaguadero. La población tributaria de la época (1572) sumaba 12,271 aymaras y 3,198 uros por un total de 15,459 tributarios12. Las 66,900 "animas" formaba la población total la que era repartida entre 7 pueblos principales: Chucuito, Ácora, Ilave, Juli, Pomata, Yunguyo y Zepita. Los Lupaca tenían enclaves en la costa, en los valles de Sama y Moquegua, y en la ceja de selva boliviana, en Capinota y Larecaja, "en los cuales pueblos todos los caciques tienen sus chácaras de trigo y maíz donde pagan las raciones a los frailes"13
Los Lupaca estaban dedicados a una agricultura de supervivencia sobre la base del cultivo de papa, quinua y oca. Pero es realmente la ganadería que les permitió compensar las grandes dificultades de vivir en el altiplano donde cultivar era poco seguro y rentable. Polo de Ondegardo observaba en 1571: Toda la qual tierra, si bien la han considerado los que la han visto, sino fuese por el ganado la podrían juzgar por inhabitable, porque aunque en ella se cogen papas y quinua y ocas, es cosa ordinaria en cinco años ser los tres estériles y generalmente no se da otro genero de comida sustancias y vivirían pobrísimos, y les seria forzoso despoblarla y con el ganado son mas ricos y tienen sus tierras mas proveída, y comen de ordinario, y visten mejor y mas abundantemente que los que habitan en tierra fértil14. Los Lupaca eran dueños de grandes rebaños de llamas y alpacas, los cuales les procuraban recursos de transporte para rescatar productos en otras zonas y otros pisos ecológicos, o para prestar sus servicios a terceros. Pero las fibras eran su recurso de mayor importancia. Las utilizaban en la producción de textiles para su uso o para intercambios: La mayor parte de los indios aymaraes tienen ganado a veinte y a treinta y a ciento y a mas y menos y otros a tres y a cuarto cabezas y hay indios que tienen mil cabezas sin ser cacique15. Las grandes manadas se encontraban en la puna y pertenecían a los de Juli y Ácora quienes tenían reputación de ser "muy ricos en ganados"16. Con la conquista, a diferencia de otras zonas del Tawantinsuyu, la provincia de Chuchito fue puesta en cabeza del Rey y el tributo siguió en forma de textiles. Cada año, los Lupaca debían entregar 1000 piezas de ropa: 500 de cumbi (textiles finos) y 500 de auasca. La otra parte del tributo consistía en 18,000 pesos ensayados que eran recaudados por 500 indios que iban cada año a trabajar en las minas de Potosí17. El tributo de ropa estaba repartido entre la población de la Provincia de Chuchito y todos participaban en la producción textil. Los Lupaca, además de ser ricos gracias a la producción de fibra, tenían la fama de ser grandes tejedores lo que les permitía ganar más que otros grupos con sus textiles: El trato que han visto en esta provincia que tienen los indios de ella es mucha lana que tienen de cosecha de pacos y que ésta tienen en mucha cantidad y que después que este testigo es corregidor en elle fuera de lo que rescatan con españoles les ha visto vender más de seis mil pesos de lana y asimismo sabe que hacen mucha cantidad de ropa de auasca y que es el mejor de todo el Reino porque vale un peso más por pieza que la que se hace en otras partes y que de hechuras de ella ha visto después que esta en está provincia ganar a los indios de ella mas de diez mil pesos18. No obstante que la capital Chucuito haya sido desplazada a favor de Puno, el territorio Lupaca ha conservado su unidad y su lengua, y existen todavía las siete cabeceras mencionadas en la visita de Garci Diez de San Miguel19. La agricultura del altiplano sigue tan precaria como antes. A pesar de los esfuerzos para diversificar y mejorar la resistencia de los cultivos, las condiciones climáticas, sucesión de temporadas de inundación y de sequía, siguen afectando la economía Aymara. El ovino y el vacuno han invadido las buenas tierras de pastoreo y los animales de la tierra, llama y alpaca, han sido relegados a las partes más altas donde el animal europeo no puede sustentarse. Pero los rebaños son más pequeños y esa gran riqueza que los Aymara conocieron en el siglo XVI ha desaparecido. Sin embargo, su notoriedad como grandes productores de fibra y de tejidos ha perdurado a pesar de que los tiempos se hayan puesto más y más difíciles desde la conquista. NOTAS: 7] Luis Lumbreras, Los reinos post-tiwanaku en el área altiplánica, Revista del Museo Nacional, Lima, tomo XL, p. 55-85. 8] Franklin Pease G.Y., Del Tawantinsuyu a la historia del Perú, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 1978, p. 92. 9] Visita hecha a la Provincia de Chucuito..., op. cit., p. 106. 11] Pedro Cieza de León, El señorío de los Incas, Secunda parte de la Crónica del Perú, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 1967, p. 221. 12] "Documentos sobre Chucuito", op. cit., p. 37. 13] Visita hecha a la Provincia de Chucuito ..., op. cit., p. 55. Leer también el artículo de John V. Murra : "Un reino Aymara en 1567", en Formaciones económicas y políticas del mundo andino, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 1975. 14] Juan Polo de Ondegardo, Informaciones acerca de la religión y gobierno de los Incas, Lima, Colección de libros y documentos referentes a la historia del Perú, 1916, secunda parte, tomo IV, p. 57-58. 15] Visita hecha a la Provincia de Chucuito ..., op. cit., p. 46. 16] Ibíd., p. 49. 17] Ibíd., p. 175. Se trata del tributo de 1559. 18] Ibíd., p. 49. 19] Los enclaves en los valles de Moquegua y Sama fueron desmantelados con la creación de las encomiendas. |