Biblioteca de la Casa del Corregidor. Puno, Perú Código de registro: Ficha: LEFEBVRE, Christiane. Textiles aymaras del altiplano peruano. Cambios y continuidad desde el siglo XVI. Nov. 2009. Cap. 6: http://www.casadelcorregidor.pe/colaboraciones/Lefebvre_6.php Volver al índice |
6. La iconografía 6.1 Época colonial No tenemos precisiones sobre las labores que han podido decorar la vestimenta Lupaca en la época colonial. Ningún dibujo de Guaman Poma de Ayala indica motivos sobre los vestidos de los Collas. El Vocabulario de la lengua aymara hace mención solamente a la apita ccahua, "camiseta con varios colores y labores", y de la ayquipa ccahua, "camiseta axedreçada" que correspondía probablemente a los unkus incas en damero. 6.2 Textiles tradicionales Podríamos dividir el territorio Lupaca en zonas textiles sobre la base de las técnicas utilizadas para hacer las saltas. En la pampa de Ácora y sus alturas, las figuras son logradas con la técnica de urdimbres suplementarias flotantes. Las saltas de los textiles de Tarata, aunque más pequeñas, son parecidas y hechas con la misma técnica. En la zona de Juli, Pomata y las alturas, las saltas se hacen con la técnica de urdimbres complementarias de dos colores. Los motivos son mucho más finos y sofisticados que los motivos geométricos que caracterizan la zona de Ácora. En el valle de Carumas se hacen figuras con la misma técnica, aunque muchas veces en alineamiento en cuatro, mientras que en Juli domina el alineamiento en pares77. Las saltas son elementos decorativos importantes en los textiles aymaras, aunque no en todos y de igual manera; varias prendas de vestir son de color entero y un gran número de textiles son simplemente listados y no tienen ninguna figura. Las saltas de los textiles tradicionales representan motivos geométricos o representaciones estilizadas de aves, animales o de seres humanos. Las aves y los animales son representados de perfil, los hombres y mujeres de frente así como las plantas. A pesar que existe una gran variedad de saltas, un análisis detallado permite identificar algunos motivos de base. La gran variedad de figuras se logra manipulando unos motivos básicos para crear saltas más grandes usando la repetición, la rotación o la ampliación. En la zona de Ácora, donde las saltas son producidas con la técnica de urdimbre suplementaria, la diversidad se logra con la repetición y la rotación de la figura de base sobre un axis de simetría. En la zona de Juli y Pomata, el tamaño de la figura de base producida con la técnica de urdimbre complementaria de dos colores va creciendo y se vuelve más compleja a medida que se le aumenta más detalles. Los elementos de diseño son muy simples y todo el arte reside en la habilidad de la tejedora y en su creatividad. A continuación ilustramos esos dos principios de composición usando el motivo banderilla (zona de Ácora) y el motivo raucana o leujana (zona de Juli)78. Motivo banderilla
Esas saltas ese encuentran en awayus, ponchito, ccahua, inkuña y ch’uspa. Se ven también en textiles de Tarata, en listas muy angostas. Generalmente los hilos suplementarios son de alpaca blanca79. Motivo raucana o leujana En la zona de Juli y Pomata, la formación de los motivos se hace de manera diferente. Por ejemplo, el motivo raucana (instrumento para preparar la tierra) en su forma de dos pares se parece a una S o una Z según la cara que estemos mirando. Es una de las figuras más elementales como veremos después. Para crear nuevos motivos, el número de hilos o de pares va creciendo, y la unidad básica se vuelve más detallada y compleja80 .
CLASIFICACION DE LAS FIGURAS Para completar este trabajo, se ha compilado los principales motivos que se encuentran en los textiles tradicionales de la zona estudiada. Los nombres provienen de datos recogidos durante nuestra estadía en Puno y de una encuesta llevada con la ayuda de Sergio Ancco Ancco estudiante de la Universidad Técnica del Altiplano de Puno, en 1985. La clasificación de las saltas que sigue refleja la manera que usan las tejedoras para enumerar las figuras que conocen, ordenándolas en grupos de pares: de dos, de tres, de cuatro o más pares. La mayoría de las saltas son hechas con urdimbre complementaria de dos colores. Hay que notar que los nombres varían a veces de una zona textil a otra.
Motivos de ocho pares – figuras estilizadas o geométricas
Motivos de ocho pares – figuras zoomorfas, antropomorfas y fitomorfas
Motivos de doce pares y más K. Camino de ratón antiguo, más grande X, Y. Pareja (24 pares) También se teje una gran variedad de motivos compuestos.
El número y la selección de los motivos, el tamaño así como el número de listas decoradas pueden variar mucho de un tejido a otro, y de comunidad a comunidad. Los motivos hechos de dos a seis pares se encuentran generalmente en listas secundarias mientras los de ocho pares forman las listas principales, salvo en fajas y ch’uspas donde los motivos son los más grandes (doce o más pares).
Fig. 64 – (Izquierda) Detalle de una ch’uspa de Pomata con el motivo raucana al centro. (Derecha) Detalle del motivo raucana en un awayu de Santa Rosa de Juli. El motivo de serpiente de dos cabezas se ha utilizado para ornar los textiles más antiguos del Perú y su presencia ha perdurado en todas las épocas de la historia textil de este país. La similitud formal entre la raucana y la antigua figura de la serpiente de dos cabezas es evidente. Si la gente de hoy nombra ese motivo raucana, podría ser que se hayan olvidado de su sentido original, o que el vocablo haya sido cambiado para no atraer la atención sobre un símbolo prohibido por la religión católica que se impuso en todo el altiplano a la llegada de los españoles. Fue de esa manera que los Lupaca hubieran podido seguir utilizando representaciones relacionadas con sus creencias paganas y prohibidas.
La serpiente es un motivo universal que simboliza el principio de la vida, el alma, la libido y la fecundidad. En sociedades preocupadas por los fenómenos meteorológicos se encuentra asociada con la humedad y las aguas. Para los Aymaras, el agua es un elemento casi tan fundamental como el sol; de las lluvias dependen las cosechas, la alimentación para ellos y sus animales y, en consecuencia, su supervivencia. Es interesante notar que ciertos ribetes así como el motivo coto que se encuentra frecuentemente en los textiles asociados con los atados rituales se asemejan a serpientes, como lo sugieren las siguientes ilustraciones:
Esa salta como la precedente es universal y generalmente asociada con la mujer o rituales de fertilidad84. En el Perú, ese motivo se ha observado desde la época precolombina. Los aymaras veneran y hacen rituales relacionados con manantiales, puquios u ojos de agua que son lugares de origen. Recordamos el mito de la alpaca que salió de un manantial y cuyo regreso a ese, anunciaba el fin del mundo. El motivo "águila" El motivo "águila" que se hace con ocho pares o más, se parece al águila bicéfala que pertenece a la iconografía del conquistador como lo menciona Teresa Gisbert en su libro Arte Textil y Mundo Andino85.
Sí es cierto y se conocen textiles de seda muy antiguos, europeos y orientales, que eran decorados con el águila de una cabeza o bicéfala como símbolo de poder; ese motivo era conocido y usado por los nativos antes de la llegada de los españoles al Perú. El águila se encuentra en textiles de la Huaca Prieta y en varios textiles precolombinos. Es probablemente por eso, que los Lupaca pudieron seguir usando ese motivo sin problemas. Las tejedoras de la zona de Juli siguen poniendo el motivo "águila" en sus textiles, el que recibe varios nombres según el tamaño, los detalles y la comunidad. Sus varios nombres son: águila, kusillo, diablito, sajjra, cusi-cusi. El término kusillo, mono en aymara, representa a un bufón que aparece en las fiestas. Existe también un baile de los kusillos. El personaje se viste de un abrigo largo y tiene la cabeza cubierta de una máscara con cuernos de trapos, lo que le hace parecer a la salta. La gente dice que representa al hombre blanco o mestizo siempre detrás de las campesinas. Con su látigo, el kusillo fastidia a las mujeres haciendo alusiones sexuales bastante vulgares. El mono es también un símbolo asociado con la actividad sexual. Diablito, sajjra (ser vil y miserable) son sin duda referencias al mismo tipo de personaje. Nos podemos preguntar cuál era la razón de poner esa figura en un textil, ¿apropiarse un poco del poder de ese diablo, controlarlo?
Otros motivos Aparte de esos símbolos universales que por algunas razones profundas aparecen en varias culturas bajo diferentes nombres, otras figuras más locales son puestas como signos de buen augurio según lo comenta Cuentas: […] no vayamos creer que estas estilizaciones […] sean simples figuras decorativas, sino que cada una o todas, simbolizan una cosa determinada. Así el colibrí que se observa en algunas telas del templo de San Juan de Juli, significaría librarse del calor, pues en Méjico se creía que el colibrí muere en estación seca y aparece en la lluviosa86.
Ese mismo autor sigue mencionando que el cóndor y el águila representarían la fortaleza, el mono la burla o la gracia, y los otros motivos la riqueza de la fauna y de la flora regional87. Las tejedoras creen todavía que un ratón cruzando la carretera en frente de uno es suerte especialmente si se ve de noche. Si se ve bajar la vizcacha de las montañas será un año con lluvias, y si baja el venado de los cerros habrá buena cosecha. Sería interesante averiguar si esas creencias influyen sobre la inserción de esas figuras en los textiles. Ahora, si examinamos en su totalidad el vocabulario icnográfico de la zona estudiada, no se puede constatar mucho cambio desde fines del siglo XIX, salvo la misma hechura que se está volviendo más burda y la disminución de tejedoras que pueden hacer las figuras más complejas. Los motivos básicos que tienen su origen en los tiempos más antiguos se han transmitido de generación a generación, salvo la rara incorporación de letras usadas por su diseño, al contrario de otras zonas donde se ha incorporado elementos modernos como casas, vacas, camiones y hasta trenes. No es por incapacidad técnica o ausencia de creatividad que las tejedoras han actuado así. El respeto de sus valores y de las enseñanzas de sus antepasados ha sido más importante que el deseo de innovar. Esa necesidad de siempre cambiar y hacer de manera diferente caracteriza las sociedades modernas. Las sociedades animistas que veneran la naturaleza y respetan las enseñanzas del pasado no tienen problema en repetir los mismos gestos: como la verdad existía al principio su deseo es solamente perpetuarla. Conclusión Tschopik en su libro Magia en Chucuito escrito en 1968, habla del sentido de estética de los Aymaras de Chucuito en términos bastante negativos: Para el aymara, el perfeccionismo y la belleza son consideraciones que no se toman en cuenta y hay muy poco o ningún interés en las cualidades estéticas de los objetos, tale como forma, línea y diseño. En Chucuito, el vestido aymara es bastante opaco, y cuando los tejidos están decorados solo exhiben simples rayas. Aun los trajes de fiesta, a pesar de tener mas colorido, casi carecen de adornos y no se pone atención a los detalles. Es significativo que los aymaras juzguen los tejidos en términos de peso y abrigo, por lo apretado del tejido y por la durabilidad del mismo, antes que por su apariencia88.
La contribución de ese antropólogo al conocimiento del mundo aymara es sin duda muy importante. Sin embargo, ese comentario nos parece carecer de sensibilidad y demuestra una falta de conocimiento del arte textil de los Aymaras del altiplano peruano. Es verdad que por ser tan sobrios y no tener figuras muy vistosas como los textiles de Paratia o de Huancané, llaman difícilmente la atención de gente no especializada e impiden que sean preciados por sus cualidades técnicas y estéticas propias. El hecho de poner solamente unas listas de colores en ambos lados de un textil no demuestra falta de habilidad o de sentido estético. Al contrario, pensamos que las tejedoras del altiplano peruano explotaron al máximo las posibilidades de la alpaca produciendo una tela de las más finas y con instrumentos bastante primitivos. Estamos en presencia de otro tipo de belleza donde la simplicidad y el equilibrio de la composición contribuyen a crear piezas de gran belleza y elegancia. Las saltas eran cuidadosamente escogidas para adornar sin cargar la superficie. En cuanto al comentario que dice que prestan poca atención a los detalles, hemos demostrado en nuestro trabajo todos los refinamientos técnicos que las tejedoras aymaras utilizaron para mejorar la calidad de las telas, creando el “tornasol” por ejemplo, haciendo uso de hilos de dos colores para modular las pampas, o usando hilos con torsiones diferentes para impedir que se tuerzan las esquinas o crear listas negro sobre negro. Una versión actualizada, fue publicada por el Ministerio de Cultura, ODEC- Puno, en enero 2019. NOTAS: 77] Sobre la base de esos datos podríamos estudiar si la relación hubiera sido más estrecha entre Ácora y Sama, así como entre Juli y Carumas. Los textiles arqueológicos encontrados en cada uno de esos valles podrían dar más luz en ese sentido. 78] Ese texto ha sido presentado a la Universidad de Trent, Peterborough, en febrero de 1986. Los nombres de las figuras han sido identificados por Sergio Ancco Ancco. 79] Un motivo similar al # 4 está ilustrado en Louis Girault,Textiles boliviens, région de Charazani, Supplément au tome IX, 4, Objets et Mondes, Paris, Revue du Musée de l’Homme, 1969, p. 43, el cual llama corona o platanillo. 80] Las tejedoras de Juli enumeran las saltas que conocen ordenadas en grupos de pares: de dos pares, de tres, de cuatro, de seis, etc. Un par corresponde a cuatro hilos, un par de hilos para cada color (estamos hablando de urdimbre complementaria de dos colores). La figura más chica necesita dos pares, entonces ocho hilos. 81] La misma figura se llama diferente según la comunidad. Louis Girault ilustra un motivo llamado chchuru o kewilo en Charazani que se usa para poner la siembra bajo buenos augurios, op. cit., p. 43. 82] J. Alberto Cuentas, Chucuito, álbum gráfico e histórico, publicado para el centenario de la cuidad de Juli, como capital de la provincia de Chucuito, 1828-1928. 83] Girault ha compilado 17 variaciones de esa figura con diferentes nombres: sol o inti, ojos en el sentido mágico, motivos geométricos o de inspiración floral, op. cit., p. 44. 84] Ver: Max Allen, The Birth Symbol in Traditional Women's Art. Eurasia and the Western Pacific, Toronto, The Museum for Textiles, 1981. 85] Teresa Gisbert, Sivia Arze, Martha Cajías, op. cit., p. 163. 86] Alberto Cuentas, op. cit. 87] Ibid. 88] Harry Tshopik, op. cit., p. 98-99 |