INSTITUTO DE ESTUDIOS AYMARAS (IDEA): 30 años de historia

EL Instituto de Estudios Aymaras (IDEA) fue fundado el 01 de marzo del año 1974 siendo el Director y fundador el P. Francisco McGourn, M.M. y sus colaboradores.

Los objetivos principales del proyecto fueron promover el desarrollo humano íntegro del pueblo aymara, alentar una metodología misionera y científica, y en base a estos estudios ayudar a la evangelización al pueblo aymara, en nuestra Prelatura.

Las actividades en el inicio de la organización fueron la publicación mensual del BOLETÍN OCASIONAL Y AYMAR YATIYAWI (que han sido estudios originales hechos por el equipo del Instituto, y unas separatas o reproducciones de artículos ya publicados fuera del Instituto.

También se inicia el funcionamiento de nuestra biblioteca con disposición de alrededor de mil libros. Actualmente contamos con un aproximado de 7 mil libros.

En el año 1982 asume la dirección del IDEA el Hno. Diego Irarrázaval de la congregación religiosa de Santa Cruz. Dicho miembro del Instituto Aymara inicia sus actividades con mucho optimismo, con la realización de los programas en 04 áreas de trabajo:
* Idioma aymara
* Publicaciones
* Investigaciones
* Cursos y charlas

En el año 1995 se inician trabajos de publicación de la REVISTA DE INCULTURACIÓN. Esta responsabilidad asume el P. Simón Pedro Arnold, bajo las perspectivas de una teología inculturada con los nuevos enfoques con el lema celebrar la fe en América Latina. Como también en la región del Sur Andino y en nuestra Prelatura de Juli.

Hasta los años 2003-2004, se destacan los arduos trabajos del P. Domingo y del Hno. Diego Irarrázaval, y en octubre del año 2003 sufrimos la triste desaparición del P. Domingo Llanque, y posteriormente la salida de nuestro director el Hno. Diego, que después es reemplazado por el P. Simón Pedro, esto por decisión de nuestro Obispo.

Actualmente estaremos tomando otros rumbos y cambios en nuestras actividades de IDEA.

 
 
 
 

Parte de la apertura de la muestra fue la presentación de las tres últimas publicaciones del Instituto, de cuyo suceso damos cuenta a continuación.
 

Raíces de la esperanza
Autor:
Diego Irarrázaval
Presentación:
María José Caram
Abril 15, 2005


     Es para mí una gran alegría presentar este nuevo libro de Diego, donde se aborda una temática muy importante para los tiempos que nos han tocado vivir.
     Diego, su autor, es un hombre chileno, que ha vivido entre nosotros durante largos años. Es andariego e inquieto, preocupado por entrelazar mundos diferentes, fecundando con su palabra, su reflexión y su buen humor reflexiones, inquietudes, problemáticas, pequeñas-grandes verdades encontradas aquí y allá.
     Seguramente muchos de los aquí presentes ha compartido alguna vez con él sus inquietudes, o lo ha escuchado devolver ordenadas, sistematizadas, vueltas preguntas inquietantes, las reflexiones que hacíamos en común en diferentes espacios.
     Algunas de estas experiencias, interrogantes e ideas compartidas están consignadas en el libro que hoy estamos presentando. Si lo leemos, veremos cómo comienza sus reflexiones haciendo alusión a sus preocupaciones personales y a esos espacios de reflexión, diálogo y encuentro que han tenido lugar aquí, en los Andes.
     Diego es una persona fascinada por todo tesoro escondido en las entrañas de los pueblos y en el corazón humano, en las diferentes culturas y religiones. Es un hombre que no sólo se deja impactar y transformar por la Palabra y el Gesto de Dios entrañado en el transcurrir cotidiano, el conflicto y la fiesta.
     También, su dejarse afectar por los signos de vida que descubre a cada paso, contagia entusiasmo, inquietud, invita a crecer a los demás, acicatea para que también otros y otras se animen a bucear en las honduras humanas de nuestras culturas. ¡Es una gran alegría contar hoy con su presencia entre nosotros!
     Raíces de la Esperanza, es un fiel reflejo de esas búsquedas e inquietudes. Es un esfuerzo por comprender, por descubrir todo aquello que permita crear lazos entre personas y entre pueblos. Es un trabajo en el que va anotando lo que ha animado su vida, su fe, su búsqueda durante los últimos años. En los temas que aquí aborda reconozco conversaciones, tanteos, aproximaciones, hallazgos que ha compartido con mucha gente y que devuelve a modo de sugerencias que apuntan a avivar la esperanza en situaciones muy difíciles.
     Raíces de la Esperanza es un libro que se escribe desde el contexto andino, pero tiene como marco ineludible lo que sucede en el mundo global. Un libro que se inscribe en un modo muy nuestro, muy latinoamericano de hacer teología. El punto de partida son las grandes preocupaciones de la humanidad, en las que es posible discernir voces que el Espíritu dirige a nuestro tiempo. Sus inquietudes son:
- Los "desgarros" que sentimos colectivamente y también, cada uno en su interior;
- Las amenazas de conflictos planetarios, que hoy reviven en el conflicto entre Occidente y el mundo islámico,
- Las viejas y nuevas colonizaciones,
- El "intolerable" empobrecimiento,
- Las violencias que ahondan viejas heridas y abren nuevas...
- Las mentiras, los engaños a que son sometidas permanentemente las multitudes.
     A lo largo del libro se ahondan éstas y otras preocupaciones.
     En medio de tanta fragmentación, se percibe una insistencia, que atraviesa todas las páginas: sólo la mística y la acción son capaces de transformar, derribar muros, crear lazos. Se trata de una mística y de una acción que existen ya en nuestra historia y que se elevan como voz de propuesta.
     Lo alternativo que se ofrece aquí es lo interrelacional. La vida cotidiana de los pueblos abunda en ejemplos de los múltiples lazos que se pueden crear desde la base. En efecto, lo interreligioso, lo intercultural, las relaciones equitativas de género, no son tanto realidades que tengamos que construir. Son dones que es preciso acoger. Son testimonios vivos del Espíritu de Dios que obra incansablemente la salvación en la historia, suscitando estas "interrelaciones" como espacios múltiples en los que se gesta la esperanza. Así, las relaciones equitativas, justas, con voluntad de aprender, integrar, armonizar, sumar; las relaciones sin pretensiones de dominio, van iluminando, de manera pluriforme, el bien, la verdad, el amor, la ternura que tanto necesitamos.
     Cuando se refiere a la búsqueda de la verdad de Dios, que es quizás el núcleo de todas nuestras búsquedas humanas, Diego dice: Al misterio de la Vida nos aproximamos con palabras plurales, sin adueñarnos de la verdad (p. 70).
     Por lo tanto, es preciso favorecer el crecimiento de todas estas propuestas alternativas que están allí, que son don, que contienen una fuerza vivificante y todo un potencial espiritual, humanizador, que es preciso rescatar, poner de manifiesto y fortalecer. Son realidades profundas que enriquecen a todos y que también desafían a la vida cristiana, a las iglesias y a las teologías que, no pocas veces transcurren y discurren al margen de los procesos históricos. En este punto quisiera detenerme, pues me parece de suma importancia para las relaciones entre la Iglesia y el pueblo andino.
     Hace muchos años (algunos quizás lo recuerden), Luis Dalle, que fue el primer Director Ejecutivo del Instituto del Pastoral Andina y luego obispo de Ayaviri, al constatar la distancia existente entre la Iglesia y el alma indígena, planteaba el siguiente reto, que quedó registrado en aquel artículo sobre "El despacho", publicado en el primer número de la revista Allpanchis:
¿Tendremos la verdadera caridad, la imaginación, el espíritu de creatividad necesarios para volver a escribir nuestros catecismos, nuestros sermonarios, nuestra espiritualidad, nuestra teología en el contexto de la Pachamama, de los Apus y de las Estrellas? Desafío es desafío.
     Diversas problemáticas hicieron que la Iglesia en el Sur Andino no pudiera responder totalmente a este desafío. La praxis y la reflexión tomaron derroteros que, sin menoscabar las culturas andinas, hacían énfasis en aspectos socio-políticos. Sin embargo, la necesidad de un discurrir teológico andino siguió viva en muchas reuniones, encuentros y publicaciones. Hoy el desafío planteado hace más de tres décadas es retomado con nuevo vigor por nuestros grupos que hacen teología andina y que se relacionan con otros grupos que, en el continente, promueven una expresión teológica propia de los pueblos indios de América Latina. Es un camino que se hace en medio de espinas, pero en el que pueden apreciarse también muchas flores y saborear hermosos frutos.
     Para terminar quisiera resaltar algo que me parece muy interesante en el libro. El autor se involucra en primera persona en sus reflexiones. Da cuenta también de la manera en que él mismo entiende y asume la labor de teólogo. Tomo algunos párrafos (de alguna manera autobiográficos) que me han parecido bellos:
En la trayectoria personal y comunitaria, admirar, pensar y dialogar con Dios son como manantiales que nos revitalizan (p. 127).
Soy sólo una voz - con grandes limitaciones, y con claras opciones - dentro del concierto de esfuerzos y redes eclesiales que hacen teología con el pobre y a favor de la humanidad... Mi reflexión es hecha, no en espacios académicos ni en institutos que forman al clero, sino en asesorías a diversos grupos y a responsables de trabajos de base (170).

     Fragmentos autobiográficos dan cuenta del itinerario que hizo como teólogo. En los primeros escritos, expresa, no me daba cuenta de la conjugación (para mí ahora evidente) entre elementos diferentes y complementarios (p. 173). A continuación, la revisión de su camino teológico lo lleva a expresar:
Mi primer libro concluye - entre otras cosas- que la fe del pueblo no va ligada suficientemente con la acción liberadora y, auque valoraba su esperanza y celebración creyente, juzgaba que gran parte de las imágenes y prácticas provenían del mundo dominante. Esta interpretación simplista de lo positivo y negativo va siendo superada en los años siguientes, sobre todo cuando ingreso al universo simbólico andino (p. 173)
     Me parece importante subrayar esta evolución porque es un testimonio vivo de que todas las personas somos capaces de cambiar. Si consideramos la relación con Dios (y con los demás), no hay absolutos. Sólo puede considerarse bajo esta perspectiva la fidelidad de Dios que, al ritmo de las limitaciones humanas y bajo el ropaje de nuestros descubrimientos provisorios, no cesa de manifestarnos nuevas facetas de su amor por nosotros.
     Concluyendo, podemos decir que el libro sintoniza con el anhelo por otro mundo y con la certeza albergada en muchos corazones, de que con la colaboración de todos y todas, es posible lograrlo.
     Diego dice: Nos apasionan las alternativas, a fin de que el conjunto de la humanidad comparta una vida mejor (p. 27). La propuesta del libro es, precisamente, una alternativa que nace del espacio local andino. Allí es posible encontrar raíces que alimenten la esperanza de la humanidad.      La tarea de escarbar en el humus de nuestras culturas para encontrarlas, es de todos y cada uno/a de nosotros. Ojalá lleguemos a hacerla con el mismo talante espiritual - teológico - relacional que nos propone este libro.
     Invito a cada uno de los presentes a gozar de la lectura de este libro y a reconocer en sus páginas mucho de lo que, desde nuestro humilde caminar andino podemos ofrecer a los demás.

 

Vida y Teología Andina
Autor:
Domingo Llanque Chana
Presentación:
Nicasio Valencia
Abril 15, 2005


Tener en mis manos este homenaje a Domingo Llanque es un reencuentro con un amigo, con un maestro, con un hermano. Esta presentación más allá de un libro es un homenaje a Domigo Llanque. Si nos sumergimos en este libro, que está bien hecho, es una recopilación que vale la pena. Para nosotros que estamos en el caminar por la realidad de los pueblos indígenas en América Latina, es un póstumo homenaje a un aymara de corazón. Con sus aporte, Domingo se constituye en un pilar en la emergencia de los pueblos indígenas especialmente en el quehacer teológico. El libro tiene tres capítulos y los tres, son los pasos que Domingo dio en todo su compartir sabio, intelectual, con cada uno de nosotros especialmente con su pueblo aymara. En la primera parte, es realmente Domingo abriéndose paso en su reflexión y elaboración teológica dentro de un mundo de grandes fascinaciones; es un Domingo dialogando con las otras culturas. No es fácil para los aymaras, quechuas, abrirnos al mundo. Es que este mundo contemporáneo con el fenómeno de la globalización a Domingo le fascinaba. Él dialoga desde el corazón de su pueblo, un pueblo que vive cotidianamente asediado por lo inhumano del sistema. Como aymara se preocupaba por cuánto nos hace sufrir el sistema y cuanto también atrae; sin embargo, es inhumano porque a la mayoría de los pueblos indígenas el sistema sólo nos utiliza, no nos toma en cuenta y si lo hace es sólo para pauperizarnos. Él recupera la sabiduría aymara no para usarla como un producto de mercado neoliberal sino para respetarla y darle sentido y en la búsqueda de darle sentido, buscar la razón en la fe del pueblo. Domingo como aymara, cristiano y sacerdote católico a través de esta recopilación nos muestra sus dos grandes amores: su pueblo aymara y su iglesia. Un pueblo que realmente también ha recuperado a Domingo, le ha mostrado toda su integridad y le ha llevado más allá de sus fronteras, un pueblo que realmente le ha ayudado a amar su cultura, pero también una iglesia que le ha dado un camino, un diálogo adecuado. Para Domingo la evangelización no era un imponer la catequesis, la doctrina, sino era cómo mostrar el rostro de Dios.
La segunda parte es la sistematización en sí de la vida del pueblo aymara. Se fundamenta en la sabiduría en la concepción del universo como una totalidad orgánica donde todas las cosas se corresponden. Desde la Pachamama como el lugar por excelencia de una relación permanente con la trascendencia, Domingo nos ayudará a llegar más allá de lo que nosotros pensamos de la Pachamama. Para Domingo la Pachamama es la experiencia madura de la religiosidad y la vida integral de nuestro pueblo. La tercera parte, que el denomina Fundamentos de la Teología Indiana, se le nota bastante maduro en su proyección, él supera su perspectiva anterior antropológica y la coloca dialogante con la teología. Desde ya para la teología las otras disciplinas son muy importantes y Domingo asume la idea como la experiencia de Dios de los pueblos originarios es decir, como el fundamento de la teología india. ¿Cuáles son las fuentes de la teología india según Domingo?. Primeramente su cultura, historia, creación, vivencia cotidiana, la región, la vida y la espiritualidad. Este tercer capítulo, está respaldado básicamente por el evangelio inculturado en el contexto de las comunidades aymaras y quechuas, es un evangelio gestado a través de las orientaciones eclesiales del ministerio y a través de las reflexiones teológicas que poco a poco se fueron llevando desde la iglesia local hasta la iglesia matriz. Desde esta perspectiva Domingo profundiza la experiencia de su pueblo, aquella experiencia que es parte de su vida diaria y que le permite no sólo sentir sino también vivir la fe.
Este libro entonces, es un homenaje a nuestro amigo recién desaparecido, yo diría a nuestro amigo recién resucitado.

 

Ritualidad y Cambios. El caso aymara
Autor:
Simon Pedro Arnold
Presentación:
Vicente Alanoca
Abril 15, 2005


A veces uno se siente un poco elogiado, nos dan esta oportunidad de estar frente a grandes maestros de los que he aprendido bastante y quizás es una muestra que dentro de la iglesia del sur andino han ido dando pistas, han ido dando testimonios con su práctica y creo que me siento muy contento al ver mucha gente en especial a los padres de Maricknoll, las hermanas, profesores, como también estar al lado del que fuera mi asesor de tesis, el padre Diego Irrarázabal, de quienes he aprendido mucho y creo que esta oportunidad que se me da para comentar esta obra, que para mi creo debe ser lectura obligatoria dentro de las disciplinas de las ciencias sociales en Puno o desde Puno para América Latina y para el mundo.
A veces cuando nosotros, profesionales en este caso en áreas de sociales, desde una perspectiva más cerrada, con los problemas que estamos viendo ahora, sientimos como si ya cambiaría, con su actitud, con su profesionalismo, el mundo; pero, creo que hemos aprendido de esta gente y a través de la lectura que uno pueda tener de estos textos, que es un aporte simplemente importántisimo que puede contribuir a la intelectualidad, que puede contribuir en esa cuestión importante de reflexionar, de discutir, de criticar, dentro de la disciplina de las ciencias sociales o de otras disciplinas. Creo en esta oportunidad que el libro sobre ritualidad y cambios: el caso aymara, ha nacido de esa reflexión, de esa inspiración que ha ido trabajando en este espacio aymara. Quiero ir a la contratapa donde dice tácitamente el libro: "el presente estudio pretende mostrar que en el mundo aymara los verdaderos agentes de cambio y de progreso son los propios andinos y que sólo la cultura andina es capaz de crear una modernidad original y democrática conforme a los verdaderos intereses de estos pueblos". Para mi viene a ser el resumen y además una reflexión en la que nos reta particularmente a los aymaras y quechuas, y a los que creen en los aymaras y quechuas, y a los que sienten por esta cultura, por este pueblo que necesita no solamente que reconozca "lo mio" dentro de una postura etnocéntrica, egocéntrica, sino creo que a veces el que viene de afuera observa más errores que uno mismo cree que no los tiene y creo que todos estos problemas que hemos estado viviendo particularmente dentro de la región de Puno, luego en el país y Latinoamérica, creo que es ese todavía de entender lejos nuestro país y Latinoamérica concretamente. Entonces, cuando en el libro nos presenta en una parte lo de la identidad cultural - que a veces bajo ese discurso se camufla un interés distinto a lo que uno quiere, a lo que uno piensa, a lo que uno cree que está haciendo bien -, a partir de datos concretos, reales, de una manera sencilla para que el lector vaya entendiendo cómo esos ritos van cambiando, no es una cosa que se cierra ahí sino que va cogiendo a partir de elementos, de expresiones, de manifestaciones en todos los actos. Nos habla también sobre el rito del contrabando, como una cuestión de estrategia seguramente. Todos estos elementos que nosotros dentro de la cultura andina lo ritualizamos. Pero a veces todo esto lo pasamos por desapercibido, como que no vale, no sirve. Los andinos por una cuestión de este tipo estamos tras de estos ritos, hay elementos que vamos incorporando, no existe lo puro, todo está en cambio, creo que apostar por el purismo no nos conduce a nada, salvo guerras y conflictos; apostamos por una postura de la interculturalidad, hay gente que apuesta desde una postura radical ortodoxa que no sirve para este tipo de momentos que vive el mundo en esta etapa de globalización. Lo expresa en su último capítulo, el purismo nos conduce a enfrentamientos. Quiero terminar diciendo que el texto nos induce a esa propuesta de la interculturalidad. Seguro ustedes conocen el problema de Ilave, se ha explicado de diversas formas este fenómeno, pero también tenemos que estar seguros que hay gente con otro interés, con otro discurso, que está utilizando, que está aprovechando el momento como para poder confundir. Si estos hermanos creen que toda la doctrina marxista que no ha sido tan útil para nosotros pues no van a tener acogida en estos pueblos andinos. Tenemos toda la historia y el informe de la CV debe ser un referente para la reflexión en todas las disciplinas de las CCSS y creo para terminar esta parte de lo que es la gran deuda que tiene el Estado los estamentos o la gente o los grupos que han estado matando bajo ese discurso creo que tendrán que reconocer en algún momento y reparar el gran daño que han hecho a estos pueblos. Entonces, si hay que releer el marxismo hay que releerlo desde nuestra perspectiva de lo andino, de lo aymara de lo quechua, si hay que releer el capital, hay que hacerlo pero abiertamente. Tengamos una posición política como para poder sostener que ahí estamos nosotros. Apuntamos a eso, a poder apostar por la dignidad humana, nos falta este tipo de debate.