Una de las herencias más valiosas dejadas por los pueblos que habitaron Los Andes, es sin lugar a dudas, la textil. Encontramos a lo largo y ancho del país hermosas expresiones de este arte.
En el Altiplano, en particular, se desarrollaron técnicas de tejido y de color que sobresalen por su calidad.
Cada pueblo imprimió sus características en lo que hacía, prueba de ello es que hasta hoy podemos distinguir la procedencia de un poblador por alguna de las prendas que lleva puesta.
Esto particularmente es notorio en las piezas de colección que La Casa del Corregidor, con el valioso aporte de Rubén Colquehuanca, se complace en presentar a ustedes.
La faja (chumpi en quechua y waq'a, en aymará) existe desde siempre entre nuestros pueblos y han sido usadas por mujeres, hombres, niños y aún hoy podemos admirarlas aunque lamentablemente cada vez menos porque la vida actual, deja mucho menos tiempo y condiciones como para seguir produciendola y los signos de los tiempos nos uniformizan. Está en nosotros permitirlo o seguir manteniendo nuestras particularidades.

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