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Presentación de la muestra |
El departamento de Puno
es mucho más de lo que se supone que es. Culturalmente no sólo
es folklore que se exporta o vestigio arqueológico que se descubre
a tientas; es cultura viva que diariamente eclosiona y es, también,
crisol de indetenible mestizaje que desborda sus propias fronteras. Geográficamente
no sólo es cordillera o serranía tal como se le identifica,
es meseta de serenas y extensas praderas que configuran un territorio
sin par en el Perú y América. Es una inmensa y elevada plataforma
a 4000 metros de altura sobre el nivel del mar donde florece la vida exornada
por enhiestos nevados. El Altiplano puneño es un escenario
de grandes potencialidades, a contrapelo de otras latitudes que a esa
altura son páramo y la desolación silba destemplanzas.
Ese escenario diversificado es tal, casi
única y exclusivamente, por la presencia vivificante y hacedora
de existencia de un mar interior: el lago Titikaka, que sabe que es eterno
y por eso desdeña las incurias que se cometen contra él.
Pese a su gravitación en la fragua de vida y cultura, es desconocido
e ignorado por todos. En nuestra patria, lo oficial, lo multitudinario
y plural se unen para ignorar las más sabias raíces de su
propio ser y para medir lo nuestro, nos falta conocimiento, nos falta
entendimiento y nos sobra cuestionamiento.
Por eso el conjunto de fotografías,
diríamos de lienzos pictóricos, por el encendido cromatismo
y el intenso caudal emocional, que emanan de las muestras que Martha Giraldo
Alayza nos ofrece, desde la atenta y generosa tribuna de la Casa del Corregidor
y que acertadamente bautiza como "Los Rostros de un Dios: El Titikaka",
nos reconcilian con la esperanza, al comprobar que hay puneños
que aman y honran su tierra.
Después de observar estos cromos, que la
retina de Martha ha retenido para la inmortalidad, sabemos, estamos ciertos,
que la belleza del Altiplano y su impresionante lago, vive también
en los ojos del alma.
Saber que a Puno, territorio pródigo
y huérfano a la vez, le puede estar reservado otro destino a partir
de la acción y la emoción de sus hijos más preclaros,
es luz que ilumina al otro lado de nuestro descreimiento, en tanto que
lo hoy expuesto es arte y es testimonio. Arte porque las tomas han sido
hechas en trance de continuo amor y de meditada y apasionada entrega a
un bien superior y bello. Y son testimonio porque nos notifican de una
realidad que no debemos dejar de verla, amarla, proyectarla y protegerla,
para que, amando lo nuestro, seamos ciudadanos del mundo.
Hernán Cornejo-Roselló Dianderas
Agosto de 2002 |
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"Los Rostros de un Dios: El Titikaka"
46 hermosas fotos de Martha Giraldo Alayza que se exibieron hasta el
25 de agosto, en la Sala de Exposiciones de La Casa del Corregidor.
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Algunos comentarios en el Libro de opiniones:
* Gracias Martha por mostrarnos nuestro espíritu. Camilo.
* Felicitaciones de una familia francesa de paso por Puno. Quel
merveilleux pays qué le Perou!
* Imágenes memorables de lugares inolvidables. Y gracias
mil a la
Casa del Corregidor por el ambiente amistoso y reconfortante
que
ofrece a los visitantes. Frank S.
* ¡¡¡IMPRESIONANTE!!! Creo que no hay palabras
para definir esta
obra, tan solo mirarlas. Isabel - España.
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1. |
Suasi,
isla de forma sinuosa, esculpida por el ondulante movimiento del viento,
el agua y el tiempo. |
2. |
Atardecer
amarillo brillante, similar al primer día de la creación.
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13. |
Las
orillas escarpadas y los acantilados inaccesibles, son la antesala de
ingresoal lago más profundo que se ubica en la ribera nor-este. |
15. |
Retozando
y revoloteando las pariguanas matizan el paisaje y lo animan. |
17. |
Taquile,
cuando era más Taquile que ahora. |
21. |
Las
vicuñas (Vicugna vicugna) y alpacas (Lama pacos)
vuelven a su lar nativo: las orillas e islas del Titikaka. |
22. |
Aún
perviven y existen (Taquile). Los andenes reclaman ser tomados en cuenta. |
29. |
La
mujer, quizá la única industria verdadera y permanente en
el Altiplano, transforma la realidad y conforma nuevas relaciones de vida
y sociedad. Aquí como artífice del color y el calor. |
30. |
Rompiendo
la cara superficial de la tierra para sembrar vida. |
31. |
¿Es
yermo el paisaje altiplánico? ¿Es hostil el medio? Que lo
digan las flores que prodigan sus colores. |
35. |
Quinua,
quinua, ¡Cuánta vida te debemos! |
38. |
Como
un zigurat de la antigüedad más antigua, Pucará reproduce
el deseo humano de escalar hacia el cielo para acertar respuestas frente
a los arcanos. |
39. |
¿Es
un intrincado y encañonado río de la selva alta? No. Son
piedras andinas, aguas cristalinas y gringos cantarinos encaramados en
kayak remando los contornos de Suasi. |
41. |
Si
en Venecia hay góndolas y monumentos históricos, en el Titikaka
hay veleros y parajes espectaculares aptos para parejas felices. |
44. |
Cuando
el verde que es vida, se convierte en mancha mal oliente... algo está
sucediendo con nosotros. |
47. |
Martha
Giraldo Alayza. |
Textos: Hernán Cornejo-Roselló D.
Si usted quiere hacer sus propios comentarios, escribir a
camagia@hotmail.com |
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