A la medianoche, cualquier viernes del
2003, salía Francisco Xavier por la Calle Lima, habría
sus alas de ensueño sobre las sombras de la calle. Era su primer
paseo, la ultima cena y el primer amor confundido en la insondable tristeza
de las calles vacías. Su cabeza transmutada en una ensalada de
inquietudes y desvelo se volvió el punto de partida de un largo
e inconmensurable diálogo de todos sus egos. Pues, los egos transitan
en la vida de una persona común, a punto de desvanecerse en la
multitud de la idea global.
¿Quedar expuesto a la multitud?
Es ese inefable fin de la individualidad. De mis travesuras de niño,
de mis osadías de joven, de mis perversiones adultas, de mis
tonterías de viejo. Es la multitud el Juez de cada mañana
al salir el sol cubriendo de luz cada lugar oscuro de nuestro ser. ¿No
tendremos derecho a ser oscuros, anónimos, libres e indeseables
por un solo canto de cisne a media noche...si a medianoche.
RECUERDO 1: ¡Eres un niño despreciable! - grito la madrastra
- Era un niño despreciable, solo si se veía como rompió
las ventanas de la casa...una a una...sin piedad ni olvido, como el
salpicado del agua en una pequeña caída de agua a las
tres de la mañana en un paraje de Ojerani (a minutos en carro
desde la ciudad de Puno). NO obstante, había una justificación
en cada piedra lanzada: era la primera vez que vió a su padre
desgarrándose de amor con la madrastra...esa imagen había
roto su inocencia y ahora solo quería transitar por la vida de
joven sin mayores preocupaciones, porque había descubierto en
su existencia estaba condenada a ser subyugador y un sucio consumidor
de placer.
¿Ser una sombra...una sombra
mas? Puedo sentirme tan invisible tras los pasos sobre la Calle Lima,
ser indiferente para los jóvenes y viejos apiñados juntos
las bancas y los postes, (inclusive como en 1920 desde el Puente de
la calle Puno de donde cuando niño empezaba la caminata hasta
el puente de lo que ahora llaman Pasaje Grau, si ese puentecillo me
invitaba a volver la mirada atrás, entre las casas de abobe,
que siempre mostraban imponente la catedral hacia el sur), como desde
hace muchas decadas en las noches de puno me corresponde ser lo opuesto
al pretexto de consumir un trago barato antes de cruzar la Calle Lima,
ser una salvación a todos aquellos que no quieren ser, que no
buscan el mordaz asombro de estar miserablemente condenados a desperdiciarnos
por una sola visión de hacer lo que tenemos que hacer y luego
morir porque tenemos que morir. No quiero ser parte de este espectáculo
triste, quiero ser una sombra, una lluvia, una imagen que desdibuja
y que pronto se engríe en el tiempo como permanente símbolo
de haber estado aquí sigilosamente.
RECUERDO 2: ¡siempre te amaré!
- Gritó Francisco Xavier - . Por que no gritar cuando la amable
Carolina le había dejado su primer recuerdo de amor, su primer
beso y sus llagas, pero el tiempo corría despacio y tuvo que
dejar que se vaya en el tren de las 19:15 en la estación llena
de estudiantes que en 1935 iban a iniciar sus estudios al Cuzco. El
colegio se había convertido del bodrio natural de un estudiante...en
un castillo encantado donde la principesa de sus sueños
quería darle una oportunidad de olvidar que algún día
fue despreciable.
¿Ser sujeto de olvido y añoranza?
Ese es el destino que nos guarda el tiempo, dejar que nuestros años
se desdibujen en el papel de la vida y las líneas se conviertan
en trazos amargos que sucumben de color hasta el gris de nuestros cabellos,
hasta la ligera tonada de decadencia que cubre el nuevo siglo, hasta
saber que el olvido es la una realidad frente la ligereza de los tiempo
de amor ¿Quizás la vida es un largo trajín de penas
y el amor un sueño breve? La verdad es que el amor es una droga
incontrolablemente adictiva que nos hace olvidar de la existencia, del
si y de la afirmación personal, nos ciega a tener todo lo que
se podemos aspirar, luego aspiramos solamente al amor, mas nunca lo
tenemos para siempre, nunca el amor se mece en nuestro corazón
dormido como un cuento de hadas donde cien años bastan para recuperar
conciencia y seguir creyendo en el amor. ¡No! El tiempo esta tejido
de olvido y añoranza. El tiempo esta muerto en los libros de
quienes no saben leer y los pocos que descubren la caligrafía
del tiempo tiemblan para escribir la palabra amor.
RECUERDO TRES: ¡Ahora, tu alma es
mía! -Dijo el Pako - Era verdad, ahora había vendió
su ansias de morir por la inmortalidad, en una inconfesable ritualidad
de coca, fuego, nombres de santos y apus así como la persecución
de la mirada roja y malvada del Pako, ese sacerdote que dejó
la adivinación y la engañifa de inocentes para transferir
su poder a otro incauto buscador de inmortalidad. Francisco Xavier había
recibido la opción de no morir en un rito de sangre y la perjuria
al amor, había decido ser inmortal y gozar el placer de ser esclavo
del tiempo.
Desde que aquel Pako se llevo mi lama,
solo puedo sentir el tiempo, respirar tiempo, ahora se que en mil años
Puno, será una triste caída de luz en el ocaso de la historia
y que no es necesario perder el alma o la muerte para adquirir la sabiduría
de seguir tratando de ser humano en un mundo inhumano y mortal. Al fin
ser un hombre global, universal, me dado el sentido de cuanto quiero
ser un NN en las tumbas de la historia, no...ya no, ya no mas tormentos
de sólido tiempo de hombres. Ya se que estoy condenado a las
tonterías de viejo, y hoy...solo hoy, no quiero probar de la
sabiduría del tiempo.
Puno, mayo del 2003
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