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El 2 de julio, se llevó
a cabo una tertulia sobre quinua y kañihua. Sirvió
de motivo, el libro "Beneficios nutritivos y formas de consumo de
la quinua (Chenopodium quinoa Wild) y de la kañihua (Chenopodium
pallidicaule Aellen) preparado por Alipio Canahua, Roberto Valdivia,
Angel Mujica y Miozelit Hallasi, y editado con apoyo de CARE PERÚ,
UNA-II y CIRNMAA. Se aprovechó también la exposición
que sobre estas dos especies altiplánicas se está llevando
en La Casa del Corregidor y que estará abierta hasta el 30 de julio.
La tertulia estuvo animada por Alipio Canahua y participaron, a
título personal: |
Ana María Andrade,
Moisés G. Apaza Ahumada,
Mourik Bueno de Mesquita,
Policarpo Catacora,
Martha Giraldo Alayza, |
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Miozelit Hallasi Ancori,
Mario La Riva Málaga,
José María Lazo,
Arencio Mora Castro
Roberto Valdivia |
RESUMEN DEL TEMA
Existen actualmente cerca de 1500 entradas (variedades) de quinuas y
600 de kañihua, lo que estaría indicando que el Altiplano
fue su centro de origen y domesticación, a esto se añade
el hecho que pervive en su población, el manejo de un cúmulo
considerable de conocimientos al respecto y una cultura alimentaria
sobre la base de estos dos cultivos, básicos si se quiere lograr
"seguridad alimentaria". Algunas de sus ventajas, respecto
a otros granos y menestras, son su balance de aminoácidos (calidad
de proteína), y la calidad de su fibra.
La mayoría de la investigación realizada, ha tenido que
recurrir al conocimiento campesino para rescatarlo como conocimiento
científico. Inicialmente se trabajó en las quinuas blancas
pero éstas tienen como factor limitante su restricción
a un nicho ecológico que las hace más frágiles.
Las quinuas de color son más resistentes al frío, también
a los suelos salinos, y por consiguiente con mayores posibilidades de
ampliar su frontera agrícola. Según la variedad, unas
quinuas se utilizan mejor en determinadas preparaciones, así
p.e. las chulpe, son excelentes para sopas; las k'oitos, para repostería,
etc. Su perspectiva de industrialización y comercialización
masiva es la quinua instantánea como leche (en semejante preparación
a la soya) y las mezclas de quinua para la exportación.
Respecto a la kañihua, su importancia para la alimentación
radica en su mayor contenido de fibra dietética y hierro digestible,
su balance de aminoácidos que puede ser un buen reemplazo de
la proteína de la carne y por consiguiente, disminuye los niveles
de colesterol en sangre. Ambos, quinua y kañihua, son una buena
fuente de calcio.
La información proporcionada se encuentra recogida en el libro
que se presenta.
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RESUMEN DE LAS INTERVENCIONES
Al buscar en internet, sólo hay un sitio sobre quinua y es boliviano,
ofrece comercialmente una quinua blanca que impresiona. La quinua de
Puno no puede competir con las quinuas blancas de Bolivia y allí
falló el objetivo de los años anteriores. La ventaja comparativa
de la quinua puneña está en la quinua de color y en que
puede calificar como producto producido orgánicamente. Un aspecto
crucial aún es su sabor que es difícil de variar aunque
hay esfuerzos culinarios y de repostería importantes; sin embargo,
falta trabajar mucho aún aspectos de transformación, comercialización,
volúmenes de producción y mercadeo.
Dato, y situación, preocupante es que en la actualidad, desaparece
el 80% de kañihua (va siendo reemplazada por avena) y entre 50-60%
de quinua de color. Algo se tiene que hacer pues ambos cultivos, están
focalizados en el altiplano (existen 2060 entradas de quinua) y disminuyen
las áreas de cultivo hacia el norte (Cusco, Huancayo, Cajamarca).
Recién a partir de 1972, comenzó a recolectarse germoplasma
de quinua y hoy, las 5 familias que hay (altiplano, valles, salares,
nivel del mar y yungas) inclusive, no son representativas de las que
existen.
La gran pregunta es ¿cómo hacer crecer el mercado interno
siendo que son productos de gran valor nutritivo y que podrían
sustentar programas de seguridad alimentaria?. Al respecto se barajaron
algunas ideas como p.e. la de trabajar estrategias más agresivas
para presentar las diferentes formas de consumo y eliminar, o por lo
menos neutralizar, el rechazo por su connotación andina; se habló
también de trabajar los procesos de transformación para
disminuir saponinas, combinar tipos de quinua para su comercialización,
incrementar su utilización en programas sociales; sistematizar
el uso de variedades que tengan buen sabor, promover su utilización
en tratamientos de casos clínicos (médicos), p.e. segmentos
de población preocupados por su alto colesterol; explotar cualidades
comerciales como son harinas (para mazamorras) y su rendimiento a la
cocción.
Punto importante en la discusión fue el referente a políticas
(ausentes hasta ahora) p.e. para protección del germoplasma,
incremento de la producción (actualmente el rendimiento por Ha.
en Puno es menos de 1000 Kg cuando su pontencial es de 6.000), conservación
(se están perdiendo las tecnologías de conservación
que permitían tener un mejor producto para su comercialización)
y consumo (que está disminuyendo) frente p.e. a soya importada
y transgénica.
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